Carta a todos los maestros de un adolescente

Usted está aquí

Carta a todos los maestros de un adolescente

“Quisiera en primer lugar, dar gracias a todos los maestros por con su gran esfuerzo y dedicación que hicieron posible que pudiéramos terminar nuestro año escolar pasado con éxito. Sabemos que en muy pocas semanas tuvieron que aprender el uso de la tecnología y adaptar los contenidos escolares a la modalidad a distancia. Sé que no fue fácil para ustedes cambiar todo su estilo de enseñanza y actividades de aprendizaje en clases sincrónicas y online. Entiendo que el semestre pasado escolar muchas escuelas tuvieron que improvisar nuevas metodologías didácticas al cancelar todas las actividades escolares presenciales para responder a las exigencias sanitarias y evitar el contagio del coronavirus. Sin embargo, para nosotros, estudiantes y padres de familia, tampoco fue fácil. Es casi seguro que este agosto iniciemos clases con un formato a distancia o híbrido (algunas veces se asistirá a la escuela y el resto en casa). Aunque la mayoría de mis compañeros de escuela y yo queremos regresar ya que extrañamos el ambiente, el recreo y la convivencia, nuestros papás piensan que todavía no es seguro ir a la escuela. Entonces, continuaremos recibiendo clases y realizando tareas a distancia, por ello quisiera compartir algunos comentarios:

1. El aprendizaje a distancia no funciona bien a veces. Muchos carecen de acceso a la tecnología o su internet es muy débil. Tuve varios problemas con la conexión con el internet de mi casa y el maestro pensaba que me “escapaba” de su clase porque desaparecía mi enlace. Sé que varios de mis compañeros se salían a propósito, pero otros no. Tengan un poco de paciencia.

2. Algunos maestros solamente indicaban que hiciéramos las actividades del libro, pero no había exposición del tema y muchas veces no entendíamos cómo hacer la tarea. Nuestros padres trataban de ayudarnos, pero ellos “NO SON MAESTROS”. Su explicación era muy diferente a la del maestro y otros de plano no sabían nada del tema. Sé que no es lo mismo enseñar en clase a través de una pantalla, pero traten de ir un poco más despacio y dar más ejemplos para entender mejor.

3. Sé que no es su culpa, pero en casa estamos en un ambiente más distraído y se nos dificulta enfocarnos en las clases sincrónicas y en las tareas escolares. No tenemos las habilidades para sentarnos y aprender en línea durante horas todos los días. Antes íbamos a clase, salíamos a jugar al recreo, llegábamos a casa y pasábamos quizás 2 horas estudiando o haciendo tareas. Teníamos variedad en nuestro trabajo, pero ahora estamos sentados frente una pantalla 4 ó 5 horas tomando clases, luego 2 a 3 horas haciendo tareas o investigando. Esto es muy cansado y, además, en casa tenemos otros hermanos que también toman clases y papás que trabajan en línea. Constantemente hay movimiento y muchos distractores. Les pido que las clases duren máximo 30 minutos y realicemos actividades usando el menos tiempo de pantalla. Podemos escribir a mano, iluminar, construir o crear proyectos con materiales físicos y no solamente por internet.

4. Las clases a distancia requieren no solamente mayor responsabilidad de nuestro propio dominio escolar, sino de habilidades y capacidades de autoaprendizaje que muchas veces no tenemos. Ahora necesitamos mayor lectura para descubrir y profundizar los conocimientos, sin embargo, la mayoría de nosotros, no sólo, no nos gusta leer, sino no sabemos leer. Hemos perdido la capacidad de leer textos largos. El Twitter nos exige leer solamente 280 caracteres (aproximadamente entre 40 a 50 palabras) y claro que un texto de más de media cuartilla (página) ya no entendemos o no la terminamos de leer por cansancio. Les pido que nos enseñen a tener mejor velocidad, comprensión y resistencia lectora.

5. Y, por último, quiero pedir disculpas mías, de mis compañeros y de nuestros padres ya que hemos olvidado reconocer y agradecer todo el trabajo extra que muchos maestros han invertido fuera de su horario de clases. Muchos papás piensan que las clases en línea son vacaciones para los maestros ya que sus hijos necesitan dedicar más tiempo al aprendizaje. Pero no es así, mis maestros trabajaban hasta noche para explicar y contestar las dudas de cada uno de los alumnos. Espero que esta carta sea un aliciente para todos ustedes y los que estamos de este lado aprendamos a valorar su vocación y entrega. Muchas gracias. (Estudiante de 3º secundaria)”.