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La ley y el desorden
En los últimos meses hemos tenido muy buena respuesta por parte de la población y nuestros seguidores y hemos podido dar en adopción a casi 20 perritos en lo que va del año. Tenemos puesta la meta de encontrar hogar para al menos otros 20 perritos para Diciembre. Desde que iniciamos como asociación hace 3 años, hemos encontrado hogar para casi 130 perritos, todos se han entregado esterilizados, vacunados y desparasitados, con dueños que cumplen con todos los requisitos de una tenencia responsable, y aunque nos gustaría que fueran miles más, para los rescatistas y las asociaciones cada adopción es un gran logro, pues significa que tendremos la oportunidad de salvar otra vida y nos convencemos de que vale la pena seguir luchando para continuar con la labor.
Después viene el pesimismo cuando entramos a nuestras redes sociales y nos topamos con DECENAS de reportes a la semana que a penas nos da el tiempo de contestar, porque como tu y como cualquier persona promedio, todos en Brigada Rescate tenemos trabajo, familia y una vida. Nuestra baneja de mensajes se llena de reportes sobre perritos en la calle, camadas abandonadas, gente buscando novi@ para su perr@, gente rifando Bulldogs y miles de personas que van al grano y preguntan (más bien amenazan); ¿Pueden venir por este perro o le hablo a la perrera?, o la clásica; “Rescaté a este perro pero mi mamá lo va a sacar a la calle”.
A pesar de que nuestro gobierno municipal ya comienza a prestarle atención al problema y ha promovido campañas de esterilización, la magnitud del problema de la sobrepoblación de animales en las calles de nuestro país, la taza de abandono y de maltrato requieren más que solo esterilización a bajo costo, porque para empezar mucha gente no quiere esterilizar a sus mascotas… otro tema del que podríamos escribir mil columnas.
Para quienes dedican su tiempo a esto, saben que la labor es toda una montaña rusa de emociones. Te emocionas porque encuentras hogar para un perrito pero luego te decepcionas porque te das cuenta que esa misma semana sacrificaron casi 2,000 perros y gatos en la perrera. Te emocionas porque hay campaña de esterilización pero te enojas porque tu tía fue y compró un perro en lugar de adoptar. Te llenas de esperanza al rescatar una camada abandonada pero terminas llorando al ver que más de la mitad de los cachorros no sobrevive. Nuestra última curva en la montaña rusa fue cuando vimos que surgió la policía ambiental, sentimos que por fin tendríamos un respaldo con autoridad e infraestructura, con personal capacitado y con la facultad para hacer todo lo que los civiles no tenemos permitido hacer (como entrar a una casa abandonada y rescatar al perrito que dejaron abandonado y esta muriendo de hambre, quitarle el perro al vecino que lo tiene en el techo viviendo bajo el sol y sobre sus desechos, multar al desobligado que cruza a su perro para vender a sus crías en Facebook e incluso meter a la cárcel al psicópata del barrio que va por la calle torturando animales, antes de que lo haga con personas, sin necesidad de hacer una manifestación para exigir que se haga algo al respecto). Sin embargo, ni siquiera la policía ambiental tiene la facultad de intervenir de esta manera en propiedad privada y con “bienes muebles” como se denomina a los animales en nuestra constitución, simplemente porque no hay una ley que lo permita o que sancione el maltrato, el abandono y la irresponsabilidad en la tenencia de animales. Tarea difícil para simples y mortales civiles como nosotros, ¿No?
Cada rescate es un volado al aire, no sabes de donde viene el perrito, si ya tenía dueños, o si te vas a meter en problemas por rescatarlo, recientemente rescatamos dos perritos, los dimos en adopción y unos días después salieron los dueños originales. La semana pasada nos topamos con el caso de un perrito abandonado en una casa en venta a la cual no podíamos meternos a sacarlo porque significaría violar la propiedad privada, o el caso del perrito abandonado en el techo y que nos atrevimos a rescatar pero tuvimos que dormir en cuanto lo bajamos por el cuadro crítico de desnutrición, deshidratación y cáncer que presentaba, (los dueños lo subieron al techo y lo dejaron sin comer para esperar a que muriera, porque ya no lo querían). Reportes así siguen llegando todos los días, y las adopciones no llegan al mismo ritmo.
Mucha gente “viola” la ley y hace todo lo posible por ayudar a los animalitos, algunas veces resulta bien, otras no tanto, pero ¿Te imaginas lo que podríamos hacer con un pequeño cambio en algunas oraciones de nuestra constitución en la que se le de la facultad a autoridades como la policía ambiental? Tenemos que impulsar ese cambio pensando no solo en los animales, sino también en eso en lo que tanto hacemos hincapié en cada columna; si aseguramos un mejor país para los animales en el que nos convirtamos en personas más sensibles y responsables, muchos de nuestros problemas estarían resueltos por default.
Ponemos todas nuestras esperanzas en las generaciones por venir, sobre todo en esa generación que los Baby Boomers y la generación Z llaman “Generación de Cristal” porque “se indignan por todo”, y aunque puede ser cierto, en parte también son más “sensibles” e “intolerantes” al maltrato y la injusticia normalizada, y con un poco de concientización, en una de esas también arman un escándalo por los animales. También tenemos fe en que las pequeñas acciones que ya ha tomado el gobierno son solo el inicio de una reforma que cambiará todo en el futuro, pero nosotros no podemos dejar de exigir que suceda.
Tenemos casa llena con 26 perritos, por lo pronto no podemos dar ingreso a más, pero por cada adopción tendremos la oportunidad de rescatar a otro. Chocoroll y todos los peluditos de Brigada Rescate están esperando encontrar un hogar cuanto antes para abrir espacio a otros, consulta nuestro catálogo de adopción en nuestras redes sociales. Esperamos que sigas leyéndonos… búscanos en Facebook e Instagram como Brigada Rescate Saltillo.
#JuntosDejamosHuella