SPLIT.- El Adria Tour, de exhibición, con escalas en Serbia y Croacia, desató la polémica tras conocerse varios casos de coronavirus. Cuatro tenistas de elite, entrenadores, otros integrantes de cuerpos técnicos y las esposas de dos jugadores dieron positivo de COVID-19. Pero ahora se llegó al extremo ya que aparecieron pintas en Split, Croacia, deseándole la muerte a Novak Djokovic.

El actual número 1 del mundo, organizador de ese minitorneo, es uno de los tenistas que dio positivo tras el test realizado, igual que su esposa, su compatriota Viktor Troicki y su mujer embarazada, más otros dos colegas, como el búlgaro Grigor Dimitrov y el croata Borna Coric.

Las consecuencias de lo ocurrido con el Adria Tour ya son delirantes. Estas amenazas en una calle de Split supera cualquier comentario con bronca u odio que surgen en redes sociales.

Estos hechos en Croacia ya son investigados por la policía local. Sin dudas, una vergüenza en esto que derivó la falta de cuidados y protocolos para realizar dicho torneo, en el que participaron gran cantidad de jugadores.

Los organizadores del Adria Tour suspendieron las dos etapas planificadas que restaban por disputarse, ante semejante ola de infectados en el ambiente del tenis internacional.

El último caso de un examen positivo fue el conocido este viernes: se trata del croata Goran Ivanisevic, excampeón de Wimbledon y actual entrenador de Novak Djokovic.

La estrella croata, que conquistó su único título de Grand Slam en el All England Club en 2001, escribió en Instagram que dio positivo después de dos pruebas negativas en los últimos 10 días.

“Quisiera informar a todos que han tenido contacto conmigo que he dado positivo y les pido que tomen precauciones extras para ustedes y sus seres queridos”, indicó Ivanisevic. “Yo seguiré en autoaislamiento como lo he estado haciendo de antemano”.