Se recrudece la guerra del Cártel de Sinaloa en Tepuche entre 'Los Chapitos' y 'El Mayo' Zambada

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Se recrudece la guerra del Cártel de Sinaloa en Tepuche entre 'Los Chapitos' y 'El Mayo' Zambada

La zona está invadida por las facciones de Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” desde hace mucho tiempo: En los años recientes con mayor fuerza por el poder que tomó “El Ruso”, que controla dicho territorio. Foto: Tomada de Internet
La zona está invadida por las facciones de Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” desde hace mucho tiempo: no es nuevo. En los años recientes con mayor fuerza por el poder que tomó “El Ruso”, jefe de la célula que controla dicho territorio

Las pugnas al interior de las células del Cártel de Sinaloa continúan creciendo en Tepuche, epicentro de una lucha entre pandillas de pistoleros, y cada vez están dejando más víctimas y hechos violentos que cientos de pobladores de la sindicatura venían venir.

El jueves pasado por la mañana, sucedió otro episodio de esta guerra que ya lleva varios meses, luego de que un convoy de hombres armados irrumpieron en la comunidad de San Cayetano, sierra arriba, y dieron muerte a un abarrotero y su hijo cuando se encontraban en el negocio.

Las víctimas fueron identificadas como Vicente, de 36 años, y Kevin, de 18 años, ambos con domicilio en la casa-tienda denominada “Gente”, la única del poblado rural.

La zona está invadida por las facciones de Ismael “El Mayo” Zambada y “Los Chapitos” desde hace mucho tiempo: no es nuevo. En los años recientes con mayor fuerza por el poder que tomó “El Ruso”, jefe de la célula que controla dicho territorio. Los pobladores le atribuyen una vivienda enorme, visible en lo alto de un cerro al sur de la carretera principal.

No hay forma de entrar por tierra a Tepuche sin ser visto. Hay punteros aquí y allá, describe el semanario local Río Doce. Los radios van dando detalle de recorrido de desconocidos hasta que alguien da la cara por el intruso.

Tepuche es la comunidad principal de la sindicatura. Se puede llegar a ella a través de un camino pavimentado de 10 kilómetros desde Culiacán. Sus habitantes, según el gobierno, viven “prácticamente de una agricultura granelera y de temporal, otras actividades son la avicultura, ganadería de tipo extensiva, industria del ladrillo, corte de leña y estacón, y fabricación de carbón”.

Foto: Tomada de Internet

Una guerra anunciada

Desde hace meses, por lo menos desde diciembre de 2019, ambos bandos comenzaron una disputa que ha escalado, obligado al gobierno federal y estatal a enviar refuerzos de la Guardia Nacional que no han logrado contener los brotes de violencia.

Según policías entrevistados por El Sol de Sinaloa, los retos entre ambos grupos, se han vuelto más violentos y concretos, con insultos que se propinan a través de los radios generales.

El lunes 8 de junio, en horas de la madrugada, las amenazas se materializaron cuando un grupo armado, dividido en dos equipos, incursionaron en la zona norte de Culiacán, a tan sólo kilómetros de la colonia La Loma de Rodriguera; penetraron en dos ranchos tipo campestre y les prendieron fuego.

Era ya la madrugada grande cuando comenzaron a actuar. A bordo de varias camionetas, los sicarios rompieron el portón del primer inmueble, ubicado entre el ejido La Pitayita y Los Brasiles, a un costado de la carretera a Tepuche, y a unos dos kilómetros de la Y griega, y prendieron fuego a la casa.

De acuerdo con los informes policiales, en esta propiedad fueron encontrados más de 100 casquillos calibres .223 y 7.62x39, para fusil AR-15 y AK-47. Además, los pistoleros también arrojaron una granada calibre .40 milímetros, o al menos fue encontrado un cascajo de este artefacto bélico.

En este inmueble, fue encontrado el cadáver de un joven de 23 años identificado por sus familiares como Jonathan, quien aparentemente dormía en el rancho campestre. Nada más llevaba puesto un bóxer.

La vivienda estaba baleada en la fachada y la otra casita fue quemada en su totalidad, ya que al parecer usaron un compresor y un tanque de gas LP para incendiar la propiedad.

De manera simultánea otro rancho que se encuentra a menos de un kilómetro de distancia del primero también fue quemado, pero en este lugar no se reportaron personas muertas o heridas.

Se trata de un campestre usado como salón de fiestas, o al menos eso anuncia un cartelón colgado en el cerco, visible desde la carretera. Al llegar los elementos de la Policía Estatal, del Ejército, Marina y Guardia Nacional, encontraron una palapa reducida a cenizas.

Un video difundido en redes sociales, grabado un por motociclista al pasar, da cuenta de cómo ardía una de estas propiedades. De acuerdo con fuentes de la Policía Investigadora, la quema de los dos ranchos se debió posiblemente a una represalia de El Ruso en contra de los propietarios, ligados a Los Chapitos.

Foto: Tomada de Internet

VIOLENCIA QUE ARRASA

Apenas un día antes de la quema de los dos ranchos campestres, la Fiscalía General del Estado dio cuenta del hallazgo del cadáver de un hombre joven que había sido arrojado a un lado de la carretera que va de La Loma de Rodriguera al poblado de Aguacaliente de Los Monzón, a unos 6 kilómetros de la bifurcación de la carretera conocida como Y griega.

Tras el hallazgo de la víctima, identificada como Juan Carlos N, se desplegó un fuerte operativo de militares, policías y Guardia Nacional, y tras los peritajes, solo levantaron el cuerpo y se retiraron del sitio. Desde luego, como siempre ocurre, el aparato de seguridad se retiró en cuanto concluyeron los trabajos forenses en la escena.

La violencia en la zona no cesa, a pesar de que las autoridades estatales y federales aseguraron que instalarían por fin una base provisional de la Guardia Nacional, tal y como lo exigieron los pobladores de Aguacaliente de Los Monzón desde marzo en que vieron venir el monstruo de la guerra narca.

Desde el asesinato del comandante de la Policía Municipal, Jovel Pérez Meza, el crimen del ex candidato y ex jefe policiaco Luis Monárrez, hasta el levantón de un agente de la Policía Investigadora, todo el ambiente en Tepuche se ha vuelto pernicioso.

“Ni vengan para acá, la violencia está muy, muy, muy fea”, le comenta por WhatsApp una mujer a una de sus familiares.

El pasado 17 de mayo, un grupo armado integrado por al menos 10 sujetos empecherados y con fusiles automáticos, irrumpieron en un domicilio de la cabecera sindical, y levantaron al agente Jesús Adriel, a uno de sus cuñados y a un tercer hombre que las autoridades identificaron como Ramón, alias El Moncho.

Horas más tarde, el policía adscrito a la Fiscalía General del Estado y su cuñado aparecieron, este último con un herida de bala que ameritó hospitalización inmediata. En cambio, el sujeto identificado El Moncho, no apareció, o al menos las autoridades no fueron notificadas al respecto.

Pero los connatos y estallidos violentos no han terminado ahí. Siguen y seguirán, en arrebatos que están dejando una estela de terror en esta zona del norte de Culiacán, en donde todo se “venía venir.”

Con información de El Sol de Sinaloa e Infobae