Las bondades de un mercado flexible

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Las bondades de un mercado flexible

Aunque no les caiga nada en gracia a políticos de izquierda, populistas u organizaciones sindicales, las secuelas que la actual crisis económica dejará en los mercados laborales, servirá de nueva cuenta para apreciar las virtudes que guarda el contar con mercados flexibles. En el tema laboral, ya estamos empezando a ver el desarrollo de la historia.

Como se dio a conocer en semanas anteriores, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo que levanta cada mes el Inegi, se observó una tasa de desempleo durante marzo (último registro disponible) del 3.3% de la PEA. Cifra menor al 3.7% de desocupación registrado en febrero y también por debajo del 3.6% de marzo del 2019.

En tanto en los Estados Unidos, en marzo la tasa de desocupación subió al 4.4%, desde el 3.5% registrado en febrero. Lo que sucedió en el mercado laboral estadounidense en abril ya es historia conocida por todos, el indicador en cuestión se disparó a 14.7% de la PEA.

¿Qué está sucediendo en ambas economías que pueda explicarnos esa abismal diferencia de puntos porcentuales en la desocupación? ¿Será que realmente en México estamos gozando de una autentica transformación económica derivada de la 4T?

Básicamente existen dos explicaciones para ello. La primera -y es un asunto ampliamente conocido y platicado- es el tema de la informalidad. Aunque este sector de la economía también se ha visto perjudicado por la contingencia sanitaria, el peso y las características que tiene al estar al margen de la legalidad le permite incluso absorber por algún tiempo a personas que fueron despedidas de sus empleo formales.

En segundo lugar -y me parece el más trascendente- es la rigidez en el funcionamiento del mercado de trabajo en nuestro país. Aunque las dos últimas reformas laborales han ayudado algo en este sentido, sigue siendo muy caro para los empleadores contratar nuevos trabajadores, toda vez que los costos asociados al despido son muy elevados.

No por nada ocupamos la posición número 107 de entre 141 países en el Reporte Global de Competitividad 2019, en lo que a prácticas de contratación y despido se refiere. Los Estados Unidos se ubican en la quinta posición en ese rubro.

El tema aquí es que esa enorme flexibilidad del mercado laboral norteamericano que le permite a las empresas subsistir reduciendo su plantilla laboral sin asumir grandes costos, ciertamente es lo que explica el tamaño del desempleo en estos momentos en nuestro vecino del norte. Sin embargo va a ser también esa flexibilidad, la que le permitirá aumentar rápidamente la nómina de trabajadores cuando inicie la recuperación, lo que reducirá rápidamente el nivel de desempleo, por debajo incluso de la que en ese momento tengamos nosotros. Eso mismo sucedió en la crisis del 2009.

Ojalá algo podamos aprender de las bondades que otorgan los mercados flexibles para realizar reformas en esa dirección. Lamentablemente como están las cosas, eso jamás va a suceder.