El confinamiento por la pandemia ¿se puede disfrutar? Esperanza Dávila Sota y Karla Guadarrama, ambas colaboradoras de VANGUARDIA, aseguraron que sí y compartieron lo que para ellas han sido semanas de estar encerradas en casa.

Ambas participaron ayer en el programa Conversando, con el periodista Carlos Arredondo, en esta oportunidad bajo el tema de “Disfrutar la pandemia, ¿es posible?” y platicaron largo y tendido desde sus diferentes perspectivas, y justo en el peor día de la pandemia, qué ha representado y cómo ha sido para ellas este encierro obligado.

Dávila Sota, columnista desde hace 20 años en VANGUARDIA, platicó que este aislamiento ha sido como un regreso a la tranquilidad y al sosiego de su casa, a encontrarse con ella misma, aunque reconoció que ha sido un paso abrupto de una forma de vida a otra.

Aseguró que la ha pasado muy bien, reordenando cosas, como los muchos libros de su biblioteca y realizando pendientes que tenía, incluso, desde hace más de 20 años, sin pasar por alto las pláticas de horas a través de las ventanas con sus nietos y su regreso a la cocina para hacer sencillos  pasteles.

“El proyecto número uno era poner orden en mi biblioteca, que es pequeña, pero que nunca había tiempo para hacerlo”, compartió Dávila Sota.

Para Guadarrama, coordinadora de medios digitales de esta casa editorial, en este aislamiento ha disfrutado “escuchar” los silencios y la oportunidad de estar sola.

“Me gustan los silencios, es cuando te puedes encontrar, cuando puedes ver este reto de que si te gusta lo que estás “escuchando” por así decirlo; en un silencio te tienes a ti en tus pensamientos, es un momento obligado de introspección”, opinó.

Sin embargo Guadarrama se cuestionó que qué necesidad había de vivir una situación de un largo confinamiento obligatorio para valorar la convivencia, para anhelar un abrazo, para extrañar los apapachos…