Esta conmemoración se relaciona con la defensa de los derechos de los trabajadores, en la exigencia por tener una jornada de ocho horas, indemnización por accidentes laborales, la desaparición del trabajo infantil y descanso dominical.

El origen se remonta a 1886 con el inicio de una manifestación obrera en Chicago, Estados Unidos. Fueron unas 300 mil trabajadoras quienes iniciaron una huelga para que se echara abajo la jornada laboral legal de entonces, que era de 12 horas al día. 

Al desatarse la violencia, el resultado fue de 67 oficiales heridos y un número desconocido de muertos. 

Para recordar estos sucesos, el Congreso Obrero Socialista Internacional, celebrado en París el 1 de mayo de 1899, declaró que este día se conmemoraría el Día Internacional de los Trabajadores en la mayoría de los países del mundo     

En el caso de México, los movimientos mencionados hicieron eco en 1913. Pero no fue solo por lo ocurrido en Chicago y París. Se tiene documentado que un grupo de 20 mil trabajadores se reunieron en el zócalo de la Ciudad de México y marcharon contra los líderes obreros hasta el Hemiciclo a Juárez. Estaban acompañados por la Banda de Guerra y Música de la Escuela Industrial de Huérfanos.

Las exigencias buscaban igualar el contexto nacional con una jornada de ocho horas y descanso los domingos.

Fue así que cuando se promulgó la Constitución Política de 1917, los derechos de los trabajadores fueron reconocidos y quedaron protegidos por la ley en el artículo 123.

Así, en 1923, el presidente Álvaro Obregón decretó el 1 de mayo como día del trabajo en México; sin embargo, fue hasta 1925 que el presidente Plutarco Elías Calles estableció la fecha de forma oficial.