Tras la histórica caída del precio del petróleo, el presidente del Clúster de Energía de Coahuila, Rogelio Montemayor Seguy, aseguró que Federación tendría que reconsiderar su política energética y detener la operación de las refinerías, cancelar la de “Dos Bocas” e importar a precios más baratos.

El también exgobernador de Coahuila señaló que el comportamiento del precio del petróleo representa una afectación en todos los ámbitos y representa un reto para el gobierno federal, que aseguró, tendría que reconsiderar su política energética.

“Nos afecta a todos. En primera a Pemex. Lo que tendrían que hacer es dejar de producir crudo en campos marginales y parar las refinerías, el proyecto de “Dos Bocas” debería cancelarse, es un absurdo, lo que deberían de hacer es dejar de producir, comprar fuera y ganar dinero, si fueran más racionales en sus decisiones”, indicó Montemayor Seguy.

Explicó que, para estabilizar el mercado, es necesario un mayor recorte de producción y que las economías de los países empiecen a reaccionar y a levantar las restricciones implementadas por l contingencia del COVID-19, aunque estimó que eso no ocurrirá en un corto plazo.

“Estoy preocupado, me gustaría ver una actitud más ágil del gobierno, tomar medidas racionales, frenar las refinerías, estamos perdiendo dinero ahí”, consideró.

Detalló que el panorama también representa una oportunidad para modificar las leyes en materia energética, para dar más atribuciones a los estados para el desarrollo de proyectos de energías renovables, pues aseguró que por ejemplo Coahuila actualmente tiene detenidos hasta 10 proyectos por restricciones de los organismos reguladores de energía.

“Para Coahuila sería de la mayor importancia que se revise la legislación en materia energética para darle a los estados mayor decisión en esos tema. Coahuila tiene parados entre 8 y 10 proyectos, cada uno de ellos de 400 millones de dólares, eólicos en su mayoría, pero les piden construir una red de transmisión en otro lado y regalársela a la CFE, es absurdo, es incosteable y las empresas se retiran buscan otros países donde las condiciones sean más favorables”.

‘RESULTADO DE DESACELERACIÓN DE MESES ATRÁS’

Por su parte, el académico de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma de Coahuila, José María González Lara, dijo que la estrepitosa caída del precio del petróleo es resultado de una desaceleración que venía de meses atrás y se acentuó con la contingencia provocada por el COVID-19 en el mundo.

“Lo más probable es que por el COVID-19 bajó la demanda y por lo tanto los precios, la proyección y planeación hacen que tengan el petróleo necesario, lo tienen en almacenes y el más caro es el del Mar del Norte y el West Texas, éste cerró en 1.40, porque a cómo está la desaceleración económica mundial vamos a caer en recesión, no se requiere petróleo”, explicó.