La mayoría de los países europeos han tomado medidas rígidas para detener la propagación del coronavirus, que incluyen la cuarentena -obligatoria o voluntaria-, la cancelación de eventos masivos, el cierre de centros de reunión e incluso de las fronteras. Sin embargo, Suecia eligió un camino diferente.

El gobierno sueco decidió no poner en cuarentena a los habitantes, ni cerrar los negocios o las ciudades. Aunque al inicio de la pandemia seguían los mismos procedimientos que el resto de los países: aislaban a las personas que volvían del extranjero y rastreaban con quiénes tuvieron contacto para hacerles la prueba.

Esta estrategia cambió cuando notaron que solo la gente más cercana -familiares y amigos- resultaban infectados, y no el resto de los pasajeros del avión. Después iniciaron los casos de contagio comunitario y se dejaron de aplicar pruebas a toda la población, para centrarse en los sectores vulnerables. 

Esto iría en contra de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), pues se solicitó a los países aislar y analizar todos los casos sospechosos.

Las autoridades han pedido a la población practicar el distanciamiento social, no viajar, hacer home office de ser posible y quedarse en casa si se presentan síntomas de COVID-19. Sin embargo, las reuniones de hasta 50 personas aún están permitidas y la mayoría de los centros de trabajo, restaurantes y bares permanecen abiertos. 

“Creo que ya hemos tomado las medidas más importantes. Puedes alterar otras reglas, como las que rigen las visitas a los restaurantes o las reuniones, pero obtienes el mejor efecto cuando todos simplemente se adhieren al código básico de conducta ”, afirmó Anders Tegnell, jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia.

Esta estrategia  es parecida al primer plan de Reino Unido para enfrentar la crisis, la cual sugería permitir la transmisión del coronavirus entre la población para crear inmunidad. Sin embargo, se canceló cuando las estimaciones indicaron que habría 250 mil muertes.

“Elegimos una estrategia para tratar de aplanar la curva y no tener un proceso demasiado dramático, porque entonces el sistema de salud probablemente no se adaptará. Pero también significa que tendremos personas más gravemente enfermas que necesitan cuidados intensivos. Tendremos significativamente más muertes. Contaremos los muertos en miles”, afirmó el primer ministro Stefan Löfven.

Suecia cuenta con 10 millones de habitantes y se encuentra en el lugar 20 de casos de coronavirus a nivel mundial, con 9 mil 685 confirmados, 870 muertes y 381 recuperados, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.