Ante las complicaciones económicas que se avecinan, derivadas de la suspensión de actividades por la pandemia del COVID-19, locatarios del Mercado Nuevo Saltillo  decidieron  no cerrar sus comercios, pues viven al día y de ellos depende además el sustento de sus empleados o ayudantes. 

Algunos pasillos lucen completos con las cortinas metálicas arriba, son pocos los que cerraron, a pesar de ello los clientes son pocos y las ventas aún más bajas, señalan algunos comerciantes al tiempo que aseguran que lo poco o mucho que puedan vender "es ganancia". 

Sin embargo, en su mayoría los comerciantes no utilizan guantes o cubrebocas a medida de prevención de contagio de coronavirus, al momento de atender a sus clientes y viceversa. Algunos establecimientos cuentan en sus vitrinas con gel antibacterial para desinfectarse las manos.

Clientes y comerciantes señalan que aunque les gustaría tomar más precauciones en las farmacias ya no es posible encontrar cubrebocas o simplemente no pueden pagar sus altos costos, pues en algunas los precios por pieza van hasta los 15 pesos por un cubrebocas desechable. 

Afuera del Mercado Nuevo Saltillo, el escenario es similar pues al frente y al costado, por las calles de Pérez Treviño y Manuel Acuña las rutas urbanas realizan sus paradas para el abordaje y descenso de pasajeros son guardar la distancia recomendada de un metro, mientras esperan su camión algunos pasajeros deciden entrar a recorrer y curiosear por los pasillos para resguardarse del sol. 

Adentro, el agua con cloro y otros desinfectantes en un olor constante; el acceso a los baños públicos  a cuenta gotas y limitado a una persona por turno para evitar que las personas se aglomeren adentro.