Usted está aquí
Suecia sin cuarentena pese a cientos de muertes por coronavirus
Mientras Dinamarca y Noruega han cerrado instituciones públicas y educativas, prohíben concentraciones de más de diez personas y han clausurado sus fronteras a extranjeros no residentes, Suecia ha elegido una línea más suave, centrada en aislar a los grupos de riesgo y apelar a la responsabilidad individual.
La tradición de autonomía de las agencias públicas y de que sean los expertos quienes tracen la estrategia general ha hecho que Suecia haya introducido de forma progresiva y más lenta algunas restricciones, aunque mantiene abiertos escuelas, bares y restaurantes.
Suecia ha registrado casi 2 mil nuevos contagios y 172 muertos por la pandemia de la COVID-19 esta semana, según cifras oficiales, que reflejan una escalada en los últimos cuatro días.
Los datos difundidos hoy por la Agencia de Salud Pública constatan un total de 5.466 contagiados, casi 500 más que el miércoles, y 282 muertos, 43 más, en una población de 10,3 millones de habitantes.
"Desgraciadamente, creo que nos hemos situado en un nuevo nivel. La curva empieza a empinarse un poco, pero en conjunto pienso que sigue siendo bastante plana", dijo hoy el epidemiólogo jefe de la Agencia de Salud Pública de Suecia, Anders Tegnell.
Las autoridades sanitarias explican la subida en el número de infecciones y muertes por el aumento de ancianos enfermos: solo en Estocolmo se han confirmado casos en 29 asilos y otros 90 municipios del país han comunicado contagiados por el COVID-19 en residencias de mayores.
"Estamos intranquilos por los ancianos. Casi la mitad de todos los enfermos son los de más edad", admitió hoy Tegnell, dos días después de que el Gobierno prohibiera las visitas a las residencias.
A pesar del aumento registrado en los últimos días, Suecia aparece en el puesto 19 en la lista de países por número de contagios, según el recuento de la universidad estadounidense Johns Hopkins, si bien tiene la cifra de casos más alta, en total y en proporción, de toda Escandinavia.
Tegnell apuntó a que la diferencia radica en que Suecia se encuentra en una fase más avanzada de la epidemia que el resto de sus vecinos, que han adoptado, no obstante, medidas más estrictas de confinamiento.
Pero aunque el Ejecutivo ha aumentado las restricciones en los últimos días y ha recomendado el cierre de estaciones de esquí y no viajar en Semana Santa, no considera que su estrategia de proteger a los mayores y los grupos de riesgo haya fracasado.
"No creo que esto sea un signo de eso. Está pasando en toda Europa, así que sabíamos que Suecia no iba a estar completamente libre de ello", declaró hoy el primer ministro sueco, Stefan Löfven.
Las autoridades sanitarias aseguraron hoy que un tercio de las plazas totales en unidades de cuidados intensivos no está ocupado, y eso sin contar los hospitales de campaña que se han montado ya en previsión en Estocolmo, que registra más de la mitad de los muertos.