En el desierto se gesta una historia, una en la que se pondrá a prueba el amor de un padre que prefiere obviar los crímenes de su hijo, un joven criado por otros hombres, mientras se revelan los claroscuros de la condición humana.

“El llanto de las cigarras” plantea esta situación que será plasmada en un cortometraje para el cual su autor y director, Oscar M. T. Troyo, así como los productores Mino Rimada y Umberto Cohen, buscan apoyo y financiamiento con el cual llevarlo a cabo.

El proyecto nació como un texto que escribió para el libro “El hallazgo de lo imposible. Dramaturgia en La besana de Saltillo” en 2017 y que después adaptó a un guión para largometraje con apoyo del PECDA y de la cineasta coahuilense Bela Balladares.

Sin embargo, su búsqueda de apoyo para la realización de dicho largometraje resultó infructuosa, por lo que en su interés de ver la historia ya plasmada en el cine decidió adaptarla a un cortometraje, pero aunque con esto el presupuesto disminuyó considerablemente la ayuda aún es necesaria, razón de más para este llamado a la iniciativa privada y las instancias públicas con el objetivo paralelo de comenzar a estimular la industria cinematográfica en el estado.

“Siempre hemos hecho trabajos con lo que está en nuestras manos, porque hay mil complicaciones para conseguir presupuesto”, comentó el director para VANGUARDIA a lo que Cohen añadió que “siempre he insistido que podemos hacer algo más allá, podemos hacer producciones grandes”.

“Es muy fácil acomodarse y decir ‘es lo que tenemos’, pero no, podemos tener más”, agregó, “y platicando con amigos salió un amigo de Torreón, que tiene una productora que se llama Alcayata Films, y dijo yo le entro, junto con otros amigos de la Ciudad de México”.

La colaboración con el lagunero Mino Rimada y Alcayata Films ha sido un gran paso hacia la conclusión del proyecto, pues esto les permitió acceso a equipo de grabación de calidad, sin embargo aún falta camino por recorrer así como diversas áreas de oportunidad que nos les gustaría pasar por alto.

Una de estas es demostrar la manera en como la industria cinematográfica puede ser una gran inversión y la forma en como reditúa al lugar donde las filmaciones se llevan a cabo, como lo será, en este caso, el ejido Estación Marte.

“Parte importante es dejar derrama económica. La cosa bonita del cine es que es mucho dinero se mueve, hay muchos trabajos. Es un negocio y queremos que como negocio se desarrolle aquí, que haya gente que le interese entrarle, que creemos vías alternativas para que gente como nosotros, que les gusta el cine y quieran hacer historias, puedan entrarle y hacer algo de calidad y poner a Saltillo como un lugar donde se hace un buen cine”, expresó Troyo.

“Queremos dejar algo de derrama económica en Estación Marte”, agregó, “queremos rentar parte del hospedaje ahí, pagar a personal de apoyo, rentar la locación, pagarle a las señoras que hacen comida ahí. Es una comunidad pequeña y tienen muchas necesidades y es una forma de apoyarlos”.

Si bien existen apoyos por parte de instancias como IMCINE y reconocen su labor, este equipo recalcó su interés de crear estas “vías alternas”, para que la producción cinematográfica en el país, y en especial en Coahuila, no se limite a estas únicas opciones.

“Se tocan puertas, se abren puertas y podemos encontrar otras vías para hacer esto”, comentó Cohen, “el mismo curso que manejamos es que volteen a ver a Saltillo, Coahuila, como un lugar donde se puede hacer buen cine, no solamente exhibirlo”.

Aproximadamente 450 mil pesos es el presupuesto mínimo que están buscado. Gran parte de esto ya fue solventando gracias a Rimada pero aún necesitan lo necesario para hacer posible la filmación que está planeada para los primeros días de mayo y la cual contará con las actuaciones de Juan Antonio Villarreal y Oscar Torres.