El presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI) dice en uno de sus más recientes promocionales en forma por demás enfática, que su partido tiene la culpa de darle a los mexicanos vivienda, educación, salud, seguridad etcétera, en el sentido de que por sus acciones dentro del gobierno ayuda a la ciudadanía proporcionándoles esos beneficios.

Que comunicado tan más ramplón, falto de creatividad y de veracidad, pues la palabra culpa lleva implícito aquello que causa daño o perjuicio, es un elemento subjetivo de una infracción, y aquí pongo lo que dice la Academia de la Lengua Española “Imputación a alguien de una determinada acción como consecuencia de su conducta”. ¿Y que es imputar? La Academia define “atribuir a alguien la responsabilidad de un hecho reprobable”.

El casi invisible presidente nacional del partido dice que ese promocional está enfocado a los priistas, sin embargo, esté dirigido a quien sea, su definición habla de un hecho reprobable pues la enunciación es una sola, por lo que no se quiera pasar de lado inventando esclarecimientos y tratando de rebasar a la Academia de la Lengua, o a menos que sus partidarios le acepten sus dichos sin entender lo que les quiere decir.

Su defensa le representa una comprobación más de lo que ese partido hace a un lado las reglas establecidas en todos los renglones por lo que le ha ido mal, y que de no corregir seguirá perdiendo terreno en donde aglutina a sus correligionarios que cada día son menos.

Aquí en Coahuila que está haciendo el PRI para convencer al electorado de que los candidatos que escogió, claro por interpósita persona, para competir y conformar el Congreso local hayan sido los idóneos, en el sentido de que posean los conocimientos que los estudios académicos les suministraron, además de tener el volumen político para sostener los debates que surgen durante las sesiones, y no solo que posean la aceptación de la obediencia, sino que su criterio esté basado en el beneficio de la población y no de sus patrocinadores.

La lista de los competidores ya está en la raya para el inicio de las campañas políticas una vez que se dé la tercera llamada para empezar, mientras en estos días previos es importante concientizar a todos los priistas de que es necesario que prevalezca la unidad a fin de revertir el debilitamiento que la tiene muy cuestionada, ya que esa unidad partidista es el valor político que el da vida al partido.

Para que esa unidad sea real sus adeptos deben tener convicciones políticas comunes, y al contrario esa unidad no se va a dar si cada priista no tiene el propósito deliberado de que haya unidad, por lo que es necesario que para eso exista voluntad.

Con esa voluntad la unidad partidista se demuestra en luchar en favor de los candidatos, reconociendo la presencia y fortaleza de otros partidos políticos. El PRI se ha ido achicando porque se ha desviado del camino de la democracia, pues recordemos que un partido es precisamente una parte del pueblo.

Un preclaro coahuilense, don Francisco I. Madero, que postuló como bandera el sufragio libre, condujo al pueblo a la unidad siendo ejemplo de democracia, pues recordemos lo que escribió en 1908 en su libro la sucesión presidencial en 1910, “es un error creer que no estamos aptos para la democracia” ahora en pleno siglo veintiuno, además de error, es un fraude que no se puede tolerar.

La lista de candidatos del PRI por lo que se ve está lista y en donde vemos algunas caras conocidas que ya han ocupado puestos en otros lados, pero todos con aplicaciones relacionadas con entidades públicas en las que quedaron a deber y que con todo y sus ineptitudes se apuntaros en el elenco, si como el espectáculo, y para colmo fueron aceptados para pelear por una curul.

Esos que quieren ocupar un espacio en el recinto parlamentario, ¿porque no se forman en la fila en alguna empresa del sector privado y pelear por un puesto? Claro en la iniciativa privada un empleado que no de los resultados que exige el cumplimiento profesional que encarrile a su empresa por el progreso, es inmediatamente suspendido y relevado, pero dentro de la actividad pública eso no se toma en cuenta a pesar de que su actuación implique daños al pueblo y al erario.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com