En la antesala de la celebración de la jornada electoral hacia el cambio de un Congreso que va encaminado con síntomas de ser copado por el Ejecutivo –como han sido todas las legislaturas pasadas desde los tiempos pretéritos– y además tomando en cuenta que nuestro estado siempre ha sido gobernado por priistas acaparadores de poder, quienes basados en una hegemonía partidaria arrebatan también la posesión de una supremacía sobre el parlamento, sin tomar en cuenta que ese poder fue engendrado precisamente para constituir un contrapeso que sirva para evitar excesos.

Para que se tenga éxito en las tareas que les correspondan a hombres y mujeres, al formar parte de cualquier área de la actividad humana, es imprescindible poseer la capacidad necesaria para el desarrollo de la acción sin admitir un empirismo que dé resultados a medias.

Un buen gobierno que dé buenas consecuencias que favorezcan a la ciudadanía es porque sus dirigentes están bien preparados y, además, porque el trabajo lo desarrollan con buena voluntad, acompañada ésta de responsabilidad y honestidad.

La composición de un gobierno, lo sabemos, está constituido por tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial), y si los tres están compuestos por personal –desde la punta de la pirámide– preparado desempeñarán su trabajo limpio y justo, y la ciudadanía se verá beneficiada.

Después de revisar la lista de candidatos a las diputaciones locales –siguiendo el juego aceptamos que fueron escogidos por el Partido Revolucionario Institucional (PRI)–, vemos a personas que han desarrollado diversos trabajos en alguno de los poderes o en algunos niveles de gobierno, como es el caso de Eduardo Olmos quien fue presidente municipal de la ciudad de Torreón y cuya actuación, en forma muy general, fue tan banal que la ciudad reflejó una imagen urbana de menosprecio que abonó a la no inversión, además de otras carencias y peligros tan importantes como el no actuar para atajar en arsenicismo que tanto daño a hecho a sus habitantes.

Pues con todo y eso, según voces escuchadas en los pasillos palaciegos que circundan el ambiente político, se perfila que sea él quien presida el Congreso del Estado en la siguiente legislatura, ya que existe una línea directa con el titular del ejecutivo, lo que da lugar a pensar que desempeñará el papel de subalterno cuya labor será apresurar los envíos de Palacio de Gobierno.

Se debe pensar dos o tres o cuatro veces su imposición en la presidencia del Congreso, pues se vale especular que si el papel que hizo como alcalde fue insignificante, puede ser factible que en esta nueva encomienda también dé resultados iguales, ya que es su condición ejercer de esa manera. Lo que natura no da, Salamanca no presta.

En cuanto a los candidatos priistas por la región de Saltillo está muy definido en que el trabajo servirá muy seguramente para despejar el camino político futuro del alcalde capitalino, pues hasta el momento no se ve otro pretendiente natural con peso específico, ni del PRI ni de ningún otro partido.

Dentro de la lista de los otros candidatos escogidos para los demás distritos del estado, hay conocidos y repetidores cuya lealtad, como si fueran los únicos leales, les valió para su postulación.

Evaluemos el trabajo de campaña cuando las fechas lleguen, y si ganan la elección analicemos su trabajo ya apoltronados en sus curules, a ver si realmente representan a la ciudadanía o cumplen con los deseos de quien los escogió para esos puestos.

Regresando al comentario en donde mencionamos al señor Olmos para que sea instalado como presidente del legislativo, ésta será la señal en la que verdaderamente será el recipiendario de los deseos gubernamentales y los cabildee con los demás legisladores que, con recompensas de por medio, avalarán.

El poder legislativo es un ente revestido de decoro, no lo mancillen.

Es honorable, o no se han dado cuenta que cuando se refieren a ese poder siempre se le antepone una H.

Recordemos que los diputados repiten la voz de los ciudadanos, por lo tanto son los que conforman una muralla que nos rodea y que nos sirve de defensa. Ojalá así sea.

Se los digo EN SERIO.