Las participaciones federales injustas
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Las participaciones federales injustas
Las injusticias siempre han existido en todos los ámbitos del quehacer humano, pero en muchas ocasiones las hacen pasar como justas.
Veamos. La Secretaría de Hacienda ha anunciado que tendrá más ojos para fiscalizar a los contribuyentes, pues considera que dentro de sus filas hay algunos que tratan de esconder movimientos contables que dan lugar a que se pague menos impuestos que los que están obligados a enterar, y que sirven de base para entregar las participaciones a los estados.
Sin embargo, algunos gobernadores han externado su preocupación en el sentido de que la federación entrega las participaciones en cantidades que no les corresponde, es decir, que son en menor cantidad que las que realmente deben recibir. Tras estas declaraciones el Presidente citó enfáticamente que esos dichos por los ejecutivos estatales son falsos, pues se entrega lo que les pertenece en tiempo y forma y que incluso en algunas ocasiones con anticipación.
No hay duda de la certeza de las palabras presidenciales, sin embargo, el quid de la situación no es su entrega, sino el monto que se transfiere y que es el resultado de la fórmula autorizada para ello, de tal forma que la Federación deja para ella una cantidad de recursos excesivamente mayor que la que envía a provincia, aduciendo que se trata de impuestos federales y como tal tiene preeminencia, y que si los estados necesitan más recursos deben aplicarse a crear fuentes de ingresos locales, elaborar una reingeniería a la estructura presupuestaria, ser más eficientes en su manejo haciendo recortes a programas no prioritarios, pero sobre todo desterrando los actos de corrupción que se dan dentro de la esfera oficial e implementar programas de austeridad.
Desde luego esas palabras, no por ser mencionadas por el Presidente están preñadas de verdad y de estricta justicia; analicemos su operación: la recaudación proviene de impuestos, derechos, multas, gastos de ejecución, etcétera, que enteran los contribuyentes afectos a esos gravámenes que son de carácter federal y que del monto pagado en cada estado se le regresa un porcentaje de acuerdo a la fórmula establecida.
Las palabras dichas por el Presidente en relación a que las participaciones federales se entregan en tiempo y forma indiscutiblemente son ciertas, nada más que él sabe que los gobernadores se refieren más que nada a que esas cantidades son insuficientes para hacer frente a las necesidades existentes debido a que son cantidades muy por debajo de lo que el estado recauda, por lo que es necesario que la fórmula para la distribución sea reformada considerando que la fuente de riqueza nace en los municipios.
Ahora bien, si la Federación se justifica arguyendo que se trata de gravámenes federales y no locales, lo cual es cierto, muy sencillo, los gobernadores deben aprovechar la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y llevar a su seno la solicitud para un cambio en la Ley de Participaciones o provocar controversias para que cada estado establezca sus propios impuestos y deslindarse de los Federales, si no vea la diferencia: el ingreso del año pasado para Coahuila fue una cantidad de aproximadamente 256 mil millones de pesos y la Secretaría de Hacienda le regresó, pesos más pesos menos, 42 mil millones, lo que representa una enorme diferencia a favor de la Federación.
Hacienda podrá aducir que de ahí se pagan las obras que se materializan en el Estado, nada más que para comprobarlo se necesita que se muestren.
Existe una desigualdad en esta materia que es prioritaria, es superurgente que el Gobierno Federal se aboque a elaborar una reforma fiscal profunda, justa en lo que se refiere a las participaciones federales, pues existe una tremenda iniquidad en la repartición de los recursos generados en los municipios y remitidos a la ciudad de México, donde la Secretaría de Hacienda sólo estira la mano para tomarlos sin mayor esfuerzo.
Se sabe que el secretario de Hacienda es un funcionario sumamente preparado académicamente en esta área, sólo que desgraciadamente eso no sirve ya que nada más acata órdenes superiores aunque estén mal.
Qué lastima, como diría León Felipe.
Se lo digo EN SERIO.
@aguirreperalesf