Anomalías oficiales

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Anomalías oficiales

Cada año después del informe de gobierno que el Gobernador del estado rinde a los coahuilenses, los secretarios del gabinete son citados por el Poder Legislativo para que ante los diputados les expliquen en forma más detallada lo que el Ejecutivo dijo en forma general, y que es entregado por escrito al órgano legislativo como lo dispone la Constitución de Coahuila.

De igual forma la Auditoría Superior del Estado (ASE) entrega un informe anual de resultados de las cuentas públicas en donde señala las observaciones, si las hay, derivadas de la fiscalización.

Dentro de las cuentas públicas hace unos días salió a la luz la revisión practicada a la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) donde se da a conocer que la casa de estudios es de los entes que recurrentemente comete más irregularidades financieras.

Por otro lado, y después de algunos años, el Congreso del Estado regresa a la lista de los irregulares.

Igualmente al Poder Ejecutivo y a algunos municipios les fueron detectadas una serie de anomalías.

Los conceptos contables son de suyo abstractos, fríos por lo que en estos casos por tratarse de recursos fiscales, es decir, dinero que proviene de los contribuyentes, debe explicarse la interpretación en su estricta dimensión y en forma totalmente comprensible, de manera que la persona que tenga acceso entienda conceptos y montos.

Según la Auditoría Superior, al Poder Legislativo –que es sujeto obligado después de algunos años de llevar sus cuentas en forma correcta– el año pasado le fue detectada una serie de inconsistencias que deberán ser aclaradas, pues éstas se refieren a erogaciones de sueldos, salarios, prestaciones y algo intolerable como es el incumplimiento de obligaciones fiscales, que es precisamente de donde se obtienen los recursos económicos para cubrir esos conceptos que los empleados obtienen por desempeñar un trabajo en ese Poder.

Retomando el punto relacionado con nuestra Universidad, según la ASE, es de no creerse que el equivalente al 93 por ciento de su presupuesto de 2018 sean inconsistencias, es decir, casi todo el documento está plagado de fallas, eso es inaceptable y no se debe tolerar.

Los conceptos irregulares de los que habla el auditor superior sobre la institución educativa, son tan amplios al señalar que las cuentas bancarias no coinciden con lo asentado en la cuenta pública, lo que da que pensar, además de otras anomalías como lo relativo a sueldos, salarios y prestaciones.

La responsabilidad parece ser sólo una palabra existente en el diccionario sin su definición y que en el caso de la Universidad –lo cito por su recurrencia a fallar y en esta revisión reciente con casi la totalidad de su cuenta pública– no le dice nada al Rector, pues si bien él personalmente no elabora la contabilidad de la casa de estudios, sí avala esos documentos que le son presentados al sujeto fiscalizador por los empleados responsables de confeccionarlos y que por lo visto demuestran una incapacidad para hacerlos correctamente. Se supone que el equipo contable se compone de profesionales con conocimientos probados.

Señor Rector, usted es responsable de lo que suceda o deje de suceder en el seno de la Universidad, no sólo en lo académico sino también en lo que se refiere a la administración en general, y los resultados en ambas áreas deben quedar fuera de toda duda y su manejo debe reflejar una radiografía que la ciudadanía tiene derecho a conocer que es la que paga su existencia. La autonomía es académica y sus egresados deben de poner en práctica sus estudios desempeñando bien su trabajo, pues recuerde su lema: “en el bien fincamos el saber”.

Todas esas irregularidades cometidas por municipios, organismos, poderes ejecutivo y legislativo y, por supuesto, la UAdeC que se mencionan en el informe del auditor superior del estado al menos hasta ahora no han sido solventadas, lo que nos mueve a especular.

El sostenimiento económico de todos los organismos mencionados representa esfuerzo y mucho dinero que procede del erario que se recauda de los impuestos que pagan los contribuyentes, por lo que están obligados a dar resultados positivos operando correctamente, con honestidad, con transparencia y con justicia.

No se dé lugar a la duda.

Se lo digo EN SERIO.

@aguirreperalesf

franciscoaguirreperales@gmail.com