PACHUCA.- Christian Giménez se va con todos los honores del futbol, consiguió un título de Liga con Pachuca, escuadra que le rendirá un homenaje para que tenga una despedida digna y merecida en el futbol mexicano.

Si algo identificó al ‘Chaco’ a lo largo de su carrera fue su profesionalismo y su gran entrega en la cancha.

Como futbolista no se le discute el amor que depositó en cada partido y como persona, nadie puede hacerle algún reproche por su don de gente.

El futbolista originario de Argentina, siempre se ha mostrado como un ser humano apasionado con su familia y con el futbol; se ganó con creces la estafeta de líder y con base en su rectitud como persona y futbolista, es uno de los jugadores más queridos no solamente en el equipo de La Noria, al cual le guarda un cariño entrañable, sino también en el resto del futbol mexicano.

Christian Giménez, además, hace altruismo; suele ayudar al más necesitado y no muestra un ápice de molestia al hacerlo, pues le gusta dar sin recibir nada a cambio.

Como todo jugador, su carrera futbolística estuvo rodeada de momentos buenos y malos, incluso, de momentos excelentes que lo hicieron vibrar... y soltar muchas lágrimas.

Además del campeonato de Liga MX con los Tuzos en el Clausura 2017, ‘Chaco’ levantó en cuatro ocasiones el título de la Concachampions, dos con Pachuca, uno más con América y Cruz Azul.

En total, fueron ocho campeonatos que celebró Christian y levantó con clubes mexicanos, quizás el más importante la Copa Sudamericana del 2006 con los Tuzos, y cuyo gol sentenció el triunfo en la cancha del Estadio Nacional de Chile, enfrentando a Colo Colo.

Quizá el momento más amargo que recuerda es el del Clausura 2013, cuando junto con La Máquina estuvo a tres minutos de levantar el trofeo de campeón ante el América, tras que su rival se quedara con un hombre menos desde el minuto 14 y terminara rescatando el empate y la remontada, para que el título se definiera en tiempos extra y penales.

Ni siquiera el ‘Chaco’, uno de los jugadores más entregados por su camiseta, logró conducir al triunfo a los cementeros y terminar así con las burlas de los aficionados rivales por tantos años sin título.

El hoy analista deportivo integró equipos como Boca Juniors en su natal Argentina, para emigrar al balompié azteca en 2004, año en que se vistió con los colores del Veracruz.

Tuvo un corto paso por el América, pero el club con el que más se identificó fue el Cruz Azul, si bien antes de llegar al conjunto de La Noria también jugó en el Pachuca, donde en una segunda etapa decidió colgar los botines en este mismo año.

Entre los lauros que obtuvo como futbolista, destaca una Copa Libertadores con Boca, además del título de Liga y la Copa Sudamericana con los Tuzos.