CDMX.- La extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, pasa sus días tejiendo y haciendo yoga desde el penal de Santa Martha Acatitla.

El exfuncionaria, acusada de desviar más de 5 millones de pesos, fue visitada por Lourdes Mendoza quien dio cuenta de ello en su columna Sobremesa de El Financiero.

Robles Berlanga dice no estar arrependida de haber asistido aquel 13 de agosto a la comparecencia a la que fue citada, pues insiste en su inocencia.

“Soy inocente y si no me presentaba hubiera aceptado mi culpabilidad; dos, porque a mí me acusan de omisión, no de habérmelo robado; y tres, porque creo en la presunción de inocencia y el debido proceso, y yo no lo estoy violentando”, contó Robles a Mendoza.

La exsecretaria de Sedesol dice que se levanta desde la 7 de la mañana a recolectar agua, “ya aprendí a bañarme con sólo una cubeta de agua”, dice.

Añade que trata de rezar, aunque “a veces me cuesta trabajo”, y mejor medita y hace yoga, incluso cuenta que hace bufandas: “llevo cuatro y una de ellas era de los Pumas”.

La también exjefa de Gobierno dice a Mendoza que, además de tejer, dedica su tiempo a “estudiar casos similares al mío, no sólo en México, sino en el mundo”.

“Muchas mañanas me despierto y me doy cuenta de que esto no es una pesadilla, sino que aquí estoy. Por ejemplo, el otro día pensé que ya iba a salir por la declaración del magistrado y me despedí de todas, estaba muy emocionada”, cuenta la columnista le dijo Robles entre lágrimas.

En el texto Mendoza señala que la exfuncionaria dice ser trataba bien en el penal, pero al preguntarle sobre si se siente abandonada por Enrique Peña Nieto y sus excompañeros de gabinete, su rostro cambia: “Su cara, su expresión, fue contundente, la cual habló más que mil palabras (enojada, triste, decepcionada, abandonada, etcétera)”.

Con información de El Financiero