Senadores temen que se abra la puerta a la intervención militar

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Senadores temen que se abra la puerta a la intervención militar

Intromisión. La masacre de la familia LeBaron fue la causa de la petición a Estados Unidos para declarar narcoterroristas a los cárteles mexicanos. | Foto: Cuartoscuro
Nueve personas de la familia LeBaron fueron víctimas de la delincuencia, de ahí la petición

CDMX.-  En el Senado mexicano, integrantes de los grupos parlamentarios repudiaron el anuncio del presidente estadounidense, Donald Trump, de declarar como terroristas a los narcotraficantes mexicanos.

La presidenta del Senado, Mónica Fernández Balboa (Morena), afirmó que desde el Poder Legislativo “pedimos respeto a la soberanía y no vamos a participar ni tolerar ningún tipo de intromisión con ningún pretexto”. Informó que el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, el senador Héctor Vasconcelos, se dirigió de inmediato a la Cancillería a una reunión para revisar el tema.

A su vez, el senador Martí Batres Guadarrama advirtió que la decisión de Trump “abre la puerta a la intervención militar en México” y llamó a que en esta situación impere la serenidad.

El presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, Ricardo Monreal Ávila, tuiteó que es “francamente inadmisible el pronunciamiento del presidente Trump sobre terrorismo. La mayoría en el @senadomexicano rechazamos toda injerencia de gobiernos extranjeros en nuestro país. La Doctrina Estrada se mantiene inalterable. Estaremos a la altura de las exigencias de México”.

Bryan LeBaron, quien presentó una petición a la Casa Blanca para designar terroristas a los cárteles mexicanos, tuiteó que con el anuncio de Trump “ya están reconociendo la gravedad de la situación. Lo que sucedió a nuestros seres queridos ha puesto más luz sobre la cantidad de daño”. 

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Pese a que Estados Unidos declaró organizaciones terroristas de Colombia a la narcoguerrilla comunista de las FARC y del ELN en 1997 y al narcoparamilitarismo anticomunista de las AUC en 2001, el tráfico internacional de drogas nunca cesó y el envío de cocaína desde centros colombianos de producción a los cárteles mexicanos en México y Centroamérica aumentó en el siglo XXI para surtir a América del Norte y Europa.

La decisión de EU de designarlas terroristas buscó aislarlas financiera y políticamente en un conflictivo escenario: de 180 mil hectáreas de cultivos de hoja de coca —materia prima de la cocaína— en 2000 en Colombia se bajó a 40 mil en 2010, pero la erradicación mermó en 2015 y el total de sembradíos llegó a 146 mil en 2016 y a 171 mil en 2017 y bajó a 169 mil en 2018, según la Organización de las Naciones Unidas.

“En Europa creían que las FARC y el ELN eran Robin Hood”, dijo el expresidente colombiano Andrés Pastrana al recordar que fue en su gobierno, de 1998 a 2002, cuando esas guerrillas recibieron trato de terroristas en la Unión Europea (UE). 

“Esto conllevó a que, en buena parte, se les cerraran las puertas internacionales. Las FARC pasó de terrorista a narcoterrorista”, añadió. El Departamento del Tesoro de EU declaró terroristas a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y al Ejército de Liberación Nacional (ELN) el 8 de octubre de 1997 y a las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) el 10 de septiembre de 2001. La UE designó terrorista a las FARC en 2002, las excluyó temporalmente de ese rango en 2016 y, de manera definitiva, en 2018.

El caso de Colombia resurgió luego de que la familia LeBaron, víctima del asesinato de  parientes, pidió el pasado domingo al presidente de EU, Donald Trump, designar a los cárteles mexicanos del narcotráfico como terroristas.