El desempeño legislativo

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El desempeño legislativo

Ya en alguna ocasión comenté en este espacio la enorme importancia que tiene evaluar la labor legislativa en los Congresos locales, tanto la individualmente desarrollada por cada diputado como por los respectivos Grupos parlamentarios y por el órgano colegiado en su conjunto. Evaluación necesaria, aunque nada fácil de llevar a cabo.

Un primer problema que enfrenta quien se proponga realizar esa tarea de análisis y valoración consiste en diseñar un método o esquema para realizarla. ¿Qué es necesario medir: asistencia de cada diputado a las sesiones del Pleno y a las comisiones legislativas de las que forme parte, participación en la elaboración de dictámenes, intervenciones en la discusión de éstos en el Pleno, presentación de iniciativas de ley, de puntos de acuerdo o de Pronunciamientos (de la llamada agenda política)?

Todas esas actividades, digamos que típicamente legislativas, y tal vez otras, deben ser consideradas aunque no, desde luego, con el mismo nivel o grado de importancia.

La dificultad está en ponderar debida y justamente el valor que a cada una de las mencionadas actividades se ha de atribuir. Y aun entre dos exactamente de igual naturaleza, como puede ser la presentación de dos distintas iniciativas de ley, porque no pueden recibir una misma calificación, pues sucede que no pocas iniciativas son las que se presentan simplemente para corregir algún gazapo, actualizar en algún ordenamiento el nombre de alguna figura, institución o concepto que ha cambiado, y así modificaciones de mera y estricta corrección literal, que en modo alguno se pueden comparar con iniciativas de ley de gran aliento, que no son muy comunes, pero que sí eventualmente se presentan.

En dichos casos, ¿cómo hacer una evaluación ponderada que sea justa? Sólo los especialistas en estos temas estarán en condiciones de hacerlo. Por fortuna hay académicos y grupos ciudadanos serios que ya se ocupan, si bien de manera incipiente, de estos asuntos de corte legislativo.

Desde mi punto de vista no ha de ser, en estos casos, objeto de seguimiento la llamada labor de “gestoría”, que a los diputados de Coahuila impone como obligación la Ley Orgánica del Congreso (LOC) al ordenar que han de “ser gestores y promotores de actividades en sus respectivos distritos electorales, que beneficien a sus habitantes” (artículo 24-XVIII).

Desde luego no está mal que realicen los diputados tal tipo de actividades, el problema está en que frecuentemente deriva en franco coyotaje, proclive al tráfico de influencias y a la realización de una tarea desigualmente, desarrollada cuando la despliegan diputados del partido en el gobierno en comparación con la que pueden emprender los legisladores de oposición. Finalmente, bien puede dar lugar esta “gestoría” a una variante local de los llamados “moches”.

Otro aspecto que ha de considerarse al evaluar el desempeño de los diputados locales consiste en distinguir, en el desarrollo de su actividad como representantes populares, de las tareas típicamente legislativas —como las arriba mencionadas— que realizan, de las de vigilancia y control. En principio quizá pudieran ser de similar importancia, pero en un País como el nuestro y en particular en un estado como Coahuila (sometido en los últimos tres lustros a brutal saqueo, que no cesa), sin duda resultan de mucha mayor importancia las tareas de vigilancia y control que las puramente legislativas. Y que por supuesto exigen en los diputados que –preferentemente– las emprenden más tiempo de estudio, constancia, seguimiento a información muy vasta y, desde luego, valor civil.

De acuerdo a lo establecido en el artículo 39 de la LOC, en las sesiones del Pleno del Congreso local se presenta el trabajo legislativo que cada diputado emprende, por sí solo o conjuntamente con los integrantes de su Grupo parlamentario, y que se manifiesta a través de: 1) Iniciativas de ley (artículo 39-V), 2) Proposiciones con puntos de acuerdo (fracción VII) y 3) Pronunciamientos (agenda política, fracción VIII).

Se ha agotado por ahora el espacio. En la siguiente entrega haré aquí un recuento de las iniciativas de ley presentadas en los primeros 22 meses —de los 36— que comprenderá la actual Sexagésima Primera Legislatura de Coahuila. Se hallarán cosas muy interesantes, creo.

@jagarciavilla