El tarot como un arte divinatorio dio sus primeros pasos a finales del siglo 18, hace más de 300 años, con sus 22 arcanos mayores planteados desde ese momento y modificados por ocultistas y artistas a lo largo de todo este tiempo.

El pasado lunes 18 de noviembre la artista María Lazfer presentó en la Taberna El Cerdo de Babel su versión de estas imágenes divinatorias, con la serie de ocho linograbados “Millenials del Tarot”, en la que planteó revisiones de los arcanos clásicos utilizando personajes contemporáneos.

“La serie muestra algunos de los arcanos mayores del tarot convencional pero los adapté a personajes de la generación millenial”, comentó la creadora en entrevista con VANGUARDIA, “elegí el Mago, la Sacerdotisa, la Justicia, el Loco, el Diablo, el Emperador, los Enamorados y la Ermitaña”.

“Los elegí porque fueron los que más me gustaron y los que podía adaptar a personajes que a mí me parecían interesantes para mostrar una perspectiva diferente”, agregó.

Nos contó que fue hace cerca de seis meses que comenzó a estudiar el tarot, no con la intención seria de convertirse en una lectora profesional, pero sí para familiarizarse y explorar esta práctica oculta, y fue durante la observación de las figuras en las cartas que comenzó a establecer paralelos entre estas y algunos estereotipos de la generación millenial.

“Es mi generación y quise adaptarlos a cosas que yo he vivido, gente de la que me he rodeado, tendencias, modas; en ciertas cartas agregué algunos símbolos muy noventeros como los gremlins, un gizmo, y personajes y cosas así”, señaló, “también dejé un poco la esencia del tarot convencional, trae algunos símbolos, para no perder del todo la esencia del tarot”.

Si bien esta no es su primera exposición, pues ya participado en colectivo con otros artistas, tanto dentro como fuera de Coahuila, sí se trata de la primera ocasión en que se presenta de manera individual.

“Son un poco sarcásticas, y hay un trasfondo sólido, no necesitas que te las expliquen para que las entiendas”, explicó la artista, “por ejemplo, la Ermitaña, esa carta yo al rediseñé con una chava que está acostada en su cama viendo Netflix; ese tipo de situaciones. El Diablo lo puse como un sacerdote por toda esta cuestión en las iglesias, la pedofilia, etcétera. A veces creemos que la iglesia es algo bueno pero hay todo un trasfondo”.

Comentó también que representó la diversidad a través del naipe de los Enamorados, donde plasmó a una pareja homosexual de dos hombres, y aunado a esto la también músico reinterpretó personajes basándose en las personas con quienes ha convivido, como lo hizo con el Mago, a quien colocó como un hombre experto en ponerle “magia” a la fiesta, con brebajes, pastillas, humo y otras sustancias alucinantes.

Asimismo su Justicia representa la lucha feminista a través de una mujer con el torso desnudo, cubierto solo por un sostén y el símbolo femenino tatuado en el brazo izquierdo, con una espada en la espalda y una pañoleta que se podría inferir es verde —pues los linograbados son monocromáticos en negro—, que sostiene la cabeza de un hombre en su mano derecha.

“Es como exponer temas que no a muchos les agradan o son un poco tabús, pero yo los quiero mostrar tal cual pues existen, estamos rodeados de eso y no tiene nada de malo”, añadió.

Adelantó que le gustaría seguir haciendo más personajes con los arcanos mayores restantes, pero de momento “Millenials del Tarot” estará expuesta durante tres semanas en la segunda planta de la Taberna El Cerdo de Babel.