Las alertas se encendieron en el Atlas de Guadalajara. El duelo ante Necaxa se tuvo que interrumpir por dos minutos debido a los gritos homofóbicos que lanzó la afición rojinegra al portero Hugo González.

Se jugaba el tiempo de compensación y tras perder 2-0, la afición descargó su coraje contra el portero rival. 

Primero gritaron en una ocasión y no pasó nada, un minuto después volvió a suceder y el silbante, Fernando Guerrero, tuvo que parar el encuentro como lo marca el protocolo de la Liga MX. 

El tercer grito estuvo a punto de escucharse sin embargo, el "Cantante" decidió terminar el partido ya que se habían jugado 98 minutos. 

Además, la seguridad retiró a tres personas del Estadio Jalisco por culpa de los gritos