Trump ignora los detalles de las acusaciones acusaciones contra él en la indagatoria juicio político
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Trump ignora los detalles de las acusaciones acusaciones contra él en la indagatoria juicio político
Al cumplirse un mes de que comenzó la indagatoria de juicio político en su contra, el presidente Donald Trump se está topando con los límites de su defensa. El mandatario estadounidense y sus colaboradores prácticamente ignoran los detalles de las acusaciones contra él relacionadas con Ucrania.
En lugar de eso, están objetando escandalosamente el proceso emprendido por los demócratas en la Cámara de Representantes, utilizando eso como justificación para ordenar a funcionarios del gobierno que no cooperen y quejándose de lo que consideran secreto, perjudicial e incluso inconstitucional.
Sin embargo, mientras casi a diario surge evidencia a cuentagotas de testimonios a puerta cerrada en el Capitolio, la aseveración de la Casa Blanca de que el procedimiento es injusto está demostrando ser una réplica poco convincente en comparación con la creciente amenaza a la presidencia de Trump.
Algunos altos funcionarios han acatado con las órdenes legislativas de apoyar a los investigadores demócratas de la Cámara de Representantes, desafiando las órdenes de la Casa Blanca.
Cuestionada sobre las críticas de que la Casa Blanca carece de un esfuerzo coordinado de respuesta y para que la presidencia haga un mejor trabajo para dar su mensaje, la vocera Stephanie Grisham dijo que “es difícil dar un mensaje de algo que ocurre a puertas cerradas y en secreto”.
“Es como enfrentar a un fantasma: estás peleando contra el aire. Por eso hacemos lo mejor que podemos”, dijo en Fox News Channel.
Fue una inusual admisión pública de parte de la Casa Blanca de que, a pesar de la bravura que quiere mostrar el presidente republicano, los riesgos persisten.
Funcionarios de la Casa Blanca, que dan por hecho el apoyo unificado de los republicanos hacia Trump, temen cada vez más que haya deserciones en el partido en caso de una votación de destitución en la cámara baja y un posible juicio en el Senado. Aunque no creen que haya suficientes votos para destituir al presidente, como esperan los demócratas, la Ala Oeste de la Casa Blanca considera que debe hacerse más para apuntalar el apoyo republicano y evitar la vergüenza y el riesgo político genuino.
El Ala Oeste es el lugar de trabajo diario del presidente de Estados Unidos y de su equipo más importante.
Trump está molesto con sus propios colaboradores, incluso la vocera Grisham y el jefe interino de despacho de la Casa Blanca Mick Mulvaney, por no cambiar suficientemente la historia. En su lugar, el presidente está recurriendo a su cuenta en Twitter y a sesiones de preguntas y respuestas con reporteros para atacar diariamente la investigación.
El jueves, el senador Lindsey Graham, de Carolina del Sur y uno de los principales aliados de Trump en el Partido Republicano, presentó una resolución para condenar las acciones de la Cámara de Representantes, donde los demócratas son mayoría, por seguir una "investigación de juicio político a puerta cerrada e ilegítima". Mitch McConnell, líder de los republicanos en el Senado, donde son mayoría, copatrocinó dicha iniciativa.