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Benito Juárez fue cliente de El Merendero Saltillo, fundado hace 150 años
TEXTO: ADRIANA ARMENDÁRIZ
FOTOS: HÉCTOR GARCÍA
Era 1864. México atravesaba la intervención francesa. El entonces presidente Benito Juárez vivía en Saltillo —por 3 meses—. El Archivo Municipal data su llegada el 7 de enero. Una de las cosas no narradas en la historia oficial es su visita a El Merendero Saltillo, antigua panadería de la capital fundada por Asunción Quiterio Valerio, “Doña Chona”.
Fue alrededor de 1840 cuando se creó esta microempresa familiar que hoy tiene a su quinta generación al frente del negocio, los Valdés García. Inicialmente situado cerca del Santuario de Guadalupe, en el Huerto Los Pilares, vendía enchiladas, tamales, atole y pan en diferentes presentaciones.
En 1920 el Merendero muda a su ubicación actual al poniente de Saltillo, frente al Panteón Santiago. María del Carmen recuerda que en 1965 se construyó el desnivel de la calzada Francisco I. Madero. Su pared de piedra dejó al negocio fuera de la vista vial. “Decayó”, asegura María del Carmen. También trae a flote que cuando había un nivel llegan muchos camiones de pasajeros.
A casi un siglo de construcción, el pintoresco inmueble de adobe, barro y madera continúa vigente. Un mural de fotografías en blanco y negro decora el espacio que, además de negocio, es usado como unidad familiar: Doña Chonita está en el centro de los recuerdos.
Y no solo eso. Las fotos también revelan bailes, y hasta casamientos.
Fue en 2008 cuando la familia se retiró del mundo restaurantero y conservó solo la panadería. El antiguo horno de adobe es el gran tesoro familiar. Se usó por última vez en 2009. Sus vestigios se guardan con candado tras una puerta de madera amarilla. El patio se cuida a detalle, porque es un recuerdo de que ahí se hacían las meriendas.
Sí se tiene la idea de remodelar, pero sería un fuerte gasto económico. El techo y las paredes han perdido pequeños fragmentos. Se requeriría de arquitectura especializada para mantener la esencia del lugar, revelan María del Carmen García y Eleazar Valdés, madre e hijo, descendientes de “Doña Chonita”.
El pan de pulque es el estandarte de El Merendero. Alimento creado por los tlaxcaltecas y del aprovechamiento de ingredientes en la región. Su esencia es el trigo y el pulque. Este último es aguamiel extraída del maguey. Al paso de unas horas se fermenta y se vuelve ácida, pero con la levadura retoma su dulzura.
Azúcar, huevo, manteca, esencias, nuez, piloncillo, canela y anís son otros ingredientes clave en El Merendero. La mayor parte de la materia prima se consigue en Saltillo, Parras o Ramos Arizpe, para impulsar la economía regional.
El producto final son seis variedades con base en pulque. Empanadas de nuez; pan de pulque de sal; dos tipos de semitas: integral y de piloncillo; molletes de vainilla y canela.
El tiempo es cómplice de El Merendero. “Cada panadería tiene su encanto. En el caso de El Merendero, siento que lo hace especial el tiempo que lleva funcionando ininterrumpidamente”, externa Eleazar Valdés.
EN LA HISTORIA
El Merendero se ha sobrepuesto a importantes sucesos históricos en México. Intervención Francesa, Guerra de Reforma y Revolución Mexicana, entre las más destacadas. “Pero gracias a Dios nos hemos sostenido”, rescata María del Carmen.
Para Eleazar, la recomendación de boca en boca ha sido pilar en el sostén de El Merendero. Su madre reflexiona en la fidelidad de los clientes, “ellos nos dicen que después de llevar pan la primera vez, tienen que llevarlo siempre”.
El Merendero Saltillo produce cerca de 300 piezas de pan diariamente en distintas presentaciones. Son ocho colaboradores en total. Siempre con las mismas ganas de ofrecer productos de calidad.
Quizá el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, guste de seguir los pasos del “Benemérito de las Américas”. Ya que si bien ha seguido su trayectoria política, también quiera visitar El Merendero Saltillo para deleitarse con un pan de pulque que no pasa de moda.
PARA SABER
El Merendero Saltillo nació en 1840.
Fue fundado por Asunción Quintero Valerio, “Doña Chona”.
En 1864, a su paso por Saltillo, Juárez visitó el lugar que en ese entonces se ubicaba cerca del Santuario de Guadalupe.
En el lugar se vendían enchiladas, tamales, atole y pan.
Fue en 1920 cuando la empresa familiar se muda a su actual ubicación (frente al Panteón Santiago.
Es atendido por la quinta generación de la familia.
En 2008 los dueños deciden returarse del mundo restaurantero y solo dedicarse a la panadería.
155 años ininterrumpidamente tiene funcionando El Merendero.
6 variedades de pan de pulque venden en El Merendero.
300 piezas de pan se elaboran diariamente en el lugar