Monterrey, Nuevo León.- Ante las 10 mil personas que recibieron el fin de semana, para ingresar a la visita de familiares, al Penal de Apodaca, el gobierno del estado admitió que tendrán que replantear su logística.

Manuel González, secretario general de Gobierno anunció que este martes convocará a una junta para ver el tema. Estará presente personal de Administración Penitenciaria, Fuerza Civil y la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHNL).

“El número subió, la cantidad de visitas fue mucho mayor y consecuentemente lo que estamos haciendo es organizarnos”, señaló.

Antes el Penal de Apodaca tenía mil 600 internos, pero ahora se sumaron 2 mil 782, con los que fueron reubicados del ahora extinto Penal del Topo Chico.

“Un penal como este recibe cinco mil personas diarias, sábado y domingo”, detalló el funcionario estatal.

Expuso que por eso ya se consideró el rediseño de logística tanto para lo que tiene que ver con las visitas así como las audiencias de las personas privadas de la libertad en Palacio de Justicia porque antes ingresaban directo por un túnel que estaba en el Topo Chico.

Esa reunión servirá para explicar la logística y luego darla a conocer a los familiares.

LARGAS FILAS

Este fin de semana se vieron largas filas para entrar al Penal Apodaca 1 y 2.  En algunos casos los familiares de los internos llegaron desde las 5:00 horas para asegurar su ingreso.

Algunos se quejaron de la lentitud con el que se les permitió el acceso al centro penitenciario y otros del riesgo ya que estaban formados sobre la carretera por donde transitan cientos de unidades, entre ellos, tráilers.

Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDHNL) a través de su titular, Sofía Velasco, denunció que miembros de ese organismo no había tenido acceso al Penal de Apodaca.

Por su parte, el Topo Chico cerró sus puertas apenas el 30 de septiembre, tras 76 años de existencia. Fue inaugurado en 1943 por el general Bonifacio Salinas e inicialmente tenía cupo para 600 internos.

Luego de varias ampliaciones, el centro penitenciario, llegó a albergar en los años más álgidos de la delincuencia organizada en el estado, hasta cerca de 6 mil reclusos.