El IEC y la verdad desnuda
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El IEC y la verdad desnuda
En verdad que esos burócratas cínicos del Instituto Electoral de Coahuila (IEC) se salen de a madre con respecto a que ellos son los artífices de la democracia en este País, según lo ha dado a entender el consejero Juan Carlos Cisneros Ruiz, asegurando que en los tres años de existencia de los Organismos Públicos Locales Electorales (OPLEs) se ha logrado la mayor alternancia política en este País, sin decir ni una palabra, por supuesto, de que nuestro sistema democrático es el peor evaluado y el más caro del mundo.
Y es que los consejeros del IEC, incluyendo a su inefable presidenta Gabriela de León Farías, están con los pelos de punta porque en San Lázaro se velan armas para acabar con los OPLEs, en razón de que están viciados de origen, porque obedecen a los gobernadores, por el abuso de sueldos superiores a los de muchos presidentes de países en el mundo, porque disfrutan de años de vacaciones sin hacer prácticamente nada, por su alta burocratización política, por su manifiesta parcialidad y porque son en realidad puro flatus democrático.
¿Doña Gaby y su pandilla son los padres de la democracia en Coahuila? A ver si a Juan Carlos Cisneros Ruiz le queda un poco de actitud cívica, de conciencia ciudadana, de sentido de comunidad y nos hace el favor de responder desde su pedestal portátil las siguientes preguntas: ¿A qué democracia se refiere, señor consejero? Díganos, por favor: ¿Quién ejerce de facto el poder en Coahuila? ¿Quién manda en los Poderes Legislativo y Judicial? ¿Desde hace cuántos decenios no hay separación de Poderes? ¿Quién decide en todas la instituciones públicas estatales? ¿A quién obedecen los togados de los tribunales locales? ¿A quién obedece el flamante magistrado panista Ulises Hernández? ¿Quién manda en los partidos políticos y sus “morrallas”? ¿Y a los anayistas del PAN? ¿Y en la UAdeC? ¿Quién manipuló a su antojo al desaparecido IEPC? ¿Quién mangonea actualmente a toda la burocracia del IEC?
Y es fácil rastrear las trayectorias. En el caso de Cisneros Ruiz saltan de inmediato sus afinidades. En el año 2015, don Juan Carlos recibió en Torreón el Premio al Mérito Jurídico Jacinto Faya Viesca de parte de la entonces primera dama Alma Carolina Viggiano, quien fue acompañada por el alcalde Miguel Ángel Riquelme, por Chema Fraustro Siller y el paradigmático Goyo Pérez Mata ¿Sabe usted quién fue el otro galardonado? Pues un tal Gabriel Aguillón Rosales.
Hoy tenemos que el señor Cisneros Ruiz es un alto burócrata electoral y que el apellido Aguillón sigue siendo factótum de poder en dicho instituto. Que doña Carolina será la próxima secretaria general del PRI nacional, que Chema Fraustro será el próximo Alcalde de Saltillo y que don Goyo sigue avante en plena impunidad.
Dice el sociólogo Bernardo Barranco que el colofón de los OPLEs en México se debe, en parte, al gran desprestigio causado por los institutos electorales de los Estados de México, de Coahuila y de Puebla. Por eso resulta patético ver a don Juan Carlos Cisneros Ruiz con su taimada muletilla de la democracia. Lo único cierto es que estos parásitos electorales defenderán a morir sus altos privilegios. Esa es la cruda, ruda y nuda realidad. Y que disculpe doña Gaby por desnudarle esta verdad.