Las ideologías políticas tienen clasificaciones que las conducen a una autenticidad, ya que son el conjunto de ideas fundamentales que caracterizan la forma de funcionar de las instituciones del estado o sociedad, es decir, la forma de interrelacionarse el gobernante y el gobernado.

En los partidos políticos sus simpatizantes deben ser entes convencidos de sus ideologías que son la savia que les da vida, manteniendo la fuente de manera que les proporcione los elementos que hagan frente a otros partidos en las peleas eleccionarias y logren que sus candidatos lleguen al triunfo.

Una vez, los ganadores de tal o cual puesto se comprometerán a proteger, en los niveles de gobierno, a los guerreros que los empujaron a la victoria, con la certeza de que trabajarán de la misma forma como lo hicieron en las campañas políticas, y así sucesivamente participando en las administraciones públicas formando bloques alimentadores del partido por el que lucharon.

Hace unas semanas se publicaron noticias en el sentido de que el Instituto Nacional Electoral (INE) le aclaró al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que los adheridos a ese partido no estaban registrados en el número que le informaron que era de aproximadamente 6.7 millones, y que por lo tanto estaba en duda su aceptación como partido político para las contiendas,

Eso motivó a que sin discusión el instituto político se pusiera a trabajar mediante el establecimiento de un programa masivo de inscripción al padrón, a fin de cumplir con las normas electoralmente establecidas y lograr el pase para las justas de elección.

Es de vital importancia que los dirigentes de ese partido analicen las causas de esa baja tan extrema, y encuentren las estrategias adecuadas para  ya no caer en esos dilemas. Sin embargo la respuesta en más que clara, pues después de estar en la cúspide durante más de ochenta años propulsados corporativamente para la acumulación de votos logrados en base a la repartición de canonjías y dinero público, se dedicaron a lucrar con posiciones burocráticas, pero que al paso del tiempo esos apoyos dados a grupos preferidos de simpatizantes y rezagados para la mayoría, poco a poco se fueron diluyendo por lo que empezaron a abandonar a su partido que solo se quedó con un padrón del 16% del número que presumieron.

Qué hacer con un número tan raquítico si en estos momentos se diera una elección presidencial, ya que de una participación ciudadana del 63% (33 millones 390 mil) de una lista nominal de casi 53 millones, el PRI obtendría el 2% o sea nada. La extinción.

¿Por qué esa situación tan dramática después de ser un partido hegemónico? Pues porque fue una hegemonía artificial sostenida con dádivas para grupos selectos y con millones de electores cautivos que al verse desplazados unos optaron por desertar, otros perdieron el interés en participar dentro de sus filas, porque los tomaban en cuenta solo para hacer el trabajo de campo mientras otros lograban mejores posiciones.

Aprovechando la situación el partido Morena los fue atrayendo y convenciendo de que se integraran a sus bases, con el compromiso de beneficiarlos mediante programas de apoyos sociales, lo que está sucediendo.

Coahuila es uno de los primeros estados en donde ya se dieron los pasos iniciales con el objeto de agregar partidarios para que con el tiempo ayuden a reforzar el grueso del PRI.

Por cierto, los que han tomado esa bandera han sido los hermanos Moreira, los cuales ya reunieron una cantidad importante de participantes, dando una demostración de que todavía tienen la fuerza de convocatoria necesaria para estar vigentes en las cosas de política en el estado. Sólo que si consiguen sacar de ese letargo al PRI coahuilense vigorizarán su influencia en la selección de los candidatos que jugarán en las siguientes contiendas de diputados locales, de presidentes municipales e incluso en la elección de gobernador.

Esperemos que no se susciten antagonismos entre grupos del mismo establo, pues puede dar como resultado que al partido lo descabellen  y le produzcan una muerte súbita.

Se lo digo EN SERIO.

franciscoaguirreperales@gmail.com

@aguirreperalesf