Carta abierta a Víctor Manuel Toledo

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Carta abierta a Víctor Manuel Toledo

Doctor Toledo, en Coahuila los militantes y simpatizantes del partido Morena y del Gobierno federal del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, le damos la bienvenida como titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).

Sabemos y reconocemos su amplia trayectoria como investigador ambientalista de pensamiento crítico y como uno de los fundadores en el ámbito mundial de la ecología política, que estudia las relaciones humanas con la naturaleza desde una óptica social y política, sabemos además de su visión crítica sobre la devastación ambiental que padece nuestro país, es por eso que le exponemos la situación de desastre ambiental que padecemos en Coahuila, a causa de las omisiones de los gobiernos estatales.

En el año 2001, el entonces alcalde del municipio de Saltillo impulsó la semiprivatización del agua a causa de una deficiente operación del sistema de agua potable, concediéndole a Agsal -filial de Aguas de Barcelona- la responsabilidad de su distribución, siendo Saltillo la primera ciudad del país de aplicar un programa de empresa mixta del agua; no se puede negar que con Agsal mejoró la distribución del vital líquido, pero la empresa ha caído en violaciones a la Constitución federal a la estatal y de otras normas fundamentales, transgresiones consentidas por los gobiernos municipales que han venido a convertir el agua -bien público y derecho humano fundamental- en una mercancía más. El Presidente López Obrador se ha pronunciado por el no a la privatización del agua.

Igualmente, mediante engaños, amenazas y todo tipo de argucias y falsedades de autoridades federales, estatales, municipales y del empresario propietario de la Sociedad Ecológica Mexicana del Norte, impusieron la construcción de un basurero tóxico (Cimari) en el ejido Noria de la Sabina uno de los más pobres de la “próspera” zona sureste de Coahuila en el que se están confinando metales pesados y lodos impregnados con hidrocarburos; el Cimari ha traído afectaciones a los  habitantes más próximos con la dispersión de tóxicos por aire, al ser una zona de viento; la contaminación del agua, incluyendo a la presa El Tulillo; la Semarnat de 2015 concedió el permiso sin transparencia legal, el obispo Raúl Vera López señaló: “Ya basta de que unas cuantas familias se enriquezcan a costa de la vida humana y de daños al ambiente”.

La lucha por el derecho al agua y por un medio ambiente sano involucra a una parte de la Región Sureste de Coahuila, Saltillo, Parras y General Cepeda, los funcionarios públicos del gobierno del estado y los municipales impulsan el proyecto de Ciudad Derramadero mediante el cual, presumiblemente obtendrían grandes ganancias personales.

En Torreón la intoxicación por el hidroarsenicismo data desde hace más 60 años y se atribuye al incremento de la profundidad en la perforación de los pozos, que ahora llegan hasta los 600 metros, lo que aumenta el índice de contaminación del líquido con arsénico, sales y otros metales pesados, entrando en contacto con las aguas fósiles en extremo contaminadas; los cultivos altamente consumidores de agua agotan las escasas reservas de los acuíferos. Según los estudios epidemiológicos se han encontrado estragos en la fertilidad masculina y otros como el cáncer, pero las autoridades de ningún nivel atienden el problema.

Valeria Souza, ecóloga colega de usted en la UNAM, ha dedicado buena parte de su vida científica al estudio de los microorganismos, metagenomas y estonmatolitos, que existen en el valle de  Cuatro Ciénegas, únicos en el planeta y se están extinguiendo, aquí no la escuchan.

La historia por contaminación, no termina con lo expuesto, en Monclova la polución de Altos Hornos de México es intensa, en la Carbonífera  y Piedras Negras otro tanto.

Usted se ha pronunciado por ciudadanizar la política pública ambiental, impulsando políticas que defiendan la vida, confiamos en que oriente su microscopio hacia Coahuila y que ante la grave problemática ambiental que  vivimos salgamos ganando con usted en la Semarnat, bienvenido.