Con puñetazos, palos, piedras y armas de fuego habitantes de 18 estados de la República han agredido durante los últimos ocho años a elementos de la Policía Federal, y las secretarías de la Defensa Nacional (Sedena) y de Marina (Semar), al menos en 44 ocasiones en la última década.

Las agresiones más antiguas documentadas ocurrieron en Sinaloa y en Veracruz durante 2011. En 2014 sucedió otra agresión en Michoacán; en 2016 ocurrieron otras tres en Puebla, Tamaulipas y Oaxaca; en 2017 se registraron seis en Puebla, Chihuahua, Tlaxcala y Veracruz.

En 2018, habitantes atacaron en 15 ocasiones a las autoridades en Puebla, Jalisco, Guerrero, Veracruz, Tamaulipas, Sinaloa, Michoacán, Chihuahua, Guanajuato,  Ciudad de México e incluso en Tecún Umán, Guatemala.

Sin embargo, los casos anteriores no se comparan con las agresiones en 2019, pues hasta el momento se han registrado 17 en Michoacán, Hidalgo, Guanajuato, Chiapas, Estado de México, Baja California, Puebla, Veracruz, Oaxaca, Sonora, Ciudad de México y Tamaulipas.

Los casos recopilados por EL UNIVERSAL son similares al sucedido este fin de semana en La Huacana, Michoacán, cuando habitantes retuvieron a militares y los despojaron de sus armas por un decomiso de vehículos y armamento que se había hecho.

Entre 2014 y 2019 se registraron otros tres ataques en Michoacán. El 13 de enero de 2014, autodefensas de Tierra Caliente se resistieron a ser desarmadas y abrieron fuego contra  el Ejército, lo cual dejó un saldo de tres soldados  y dos civiles muertos.

Otros dos sucesos se registraron en los primeros tres meses de 2019, uno fue en el municipio de Tepalcatepec, donde marinos inspeccionaron a un joven, pero alrededor de 200 pobladores armados se acercaron para evitar que las autoridades se lo llevaran. En un caso similar, en Aquila, civiles armados atacaron a miembros de la Armada que vigilaban una toma clandestina; no hubo pérdidas humanas.

Algunos de los motivos por los cuales las comunidades agreden país a la Policía Federal y las Fuerzas Armadas son: evitar la detención de presuntos delincuentes, protestar por casos de desaparición o uso de excesivo de la fuerza y para interrumpir operativos.

El 19 de junio de 2016, en Nochixtlán, Oaxaca, The New York Times registró la muerte de nueve personas luego de que se desató un enfrentamiento entre la Policía Federal y la CNTE. Versiones oficiales señalan que el conflicto inició porque los civiles atacaron.