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“Porque falta articulación, continuidad y visibilidad
a la gran cantidad de esfuerzos y propuestas dancísticas existentes en el país,
adolecemos de políticas públicas que favorezcan el desarrollo de la danza de manera contundente”.
“Es necesario generar sinergia entre la comunidad dancística
con la finalidad de fortalecer la promoción, difusión, educación, investigación,
creación y política en, por y para beneficio de la misma”.
(Tomado del Plan Nacional de Danza, el concenso pendiente)
No es algo nuevo exponer problemáticas en foros, reuniones y consultas, a veces convocados en tiempos de campañas electorales y luego olvidados durante cada administración.
En Coahuila, hace casi 10 años, un grupo de 334 artistas firmamos la Iniciativa Ciudadana para modificar la Ley de Desarrollo Cultural de Coahuila, que plantea la creación del Consejo Ciudadano para garantizar la participación de la comunidad artística en la reorientación de las instituciones culturales del estado, a fin de que cumplan con el objetivo para el que fueron creadas: impulsar el desarrollo cultural y artístico como formas de contribuir al bien social y al desarrollo humano de la sociedad coahuilense. El Periódico Oficial del 18 de Enero de 2013 publicó la Reforma, aprobada en noviembre de 2012 por unanimidad en el Congreso, quedando instituido legalmente en los artículos 137 y 138 de esta Ley, como un órgano que con voz y voto coadyuva con el Ejecutivo del Estado en la rectoría de la política pública en materia cultural, y representa un espacio de vinculación, deliberación, colaboración y corresponsabilidad entre la autoridad y la sociedad; conformado por 26 integrantes, 4 del sector público estatal (Titular del Ejecutivo, Educación, Cultura y Finanzas) un representante del área cultural federal y uno por cada una de las cinco regiones del Estado; 13 representantes del sector artístico, teatro, danza, música, artes plásticas y visuales, literatura, cine, cultura popular y patrimonio cultural y promoción cultural, historia y periodismo cultural, (que se eligen por un proceso de votación entre los gremios); y por el sector de la ciudadanía en general: un representante de la iniciativa privada, uno de la comunidad académica y uno de las organizaciones no gubernamentales relacionado con el ámbito cultural.
Ya en la realidad, la participación del Consejo desde un inicio se ha desarrollado “con calzador” viéndose entorpecida por múltiples circunstancias que han provocado la postergación constante de las sesiones, desde su instalación, en Marzo de 2014 (casi un año después del proceso de elección, apoyado por el entonces IEPCC) hasta la primera sesión nueve meses después.
Hasta la fecha, el Consejo ha sesionado en 11 ocasiones, en las que se ha analizado y discutido cada Plan de Desarrollo Cultural presentado, se elaboraron los criterios fundamentales para la elaboración de planes y el diagrama sobre el presupuesto, se han revisado minuciosamente los Presupuestos a través de la Comisión creada para este fin, analizando, cuestionando y sugiriendo propuestas en torno a la distribución de los recursos, y aunque dicho sea en honor a la verdad: poco se han tomado en cuenta, definitivamente se ha sentado un precedente, que en lo sucesivo, habrá de fortalecerse exigiendo el respeto a la figura que el Consejo representa.
Precisamente es el paso que sigue: convocar a la comunidad artística a integrarse al Padrón Artístico y Cultural, como una 1ª Etapa para la renovación del Consejo Ciudadano. (Convocatoria)
Nadie más que el que crea, ejecuta, y trabaja cada día en torno al quehacer artístico y cultural conoce de primera mano las carencias y obstáculos que nos impiden alcanzar el máximo desarrollo como Estado en esta importante herramienta para combatir las problemáticas sociales que nos aquejan. Las instituciones deben mantener oídos abiertos a escuchar a quienes día con día se entrega a su vocación, se prepara, se actualizan, investigan desde su trinchera, y sobre todo, estar dispuestos a sumarse al equipo, unir esfuerzos y trabajar en conjunto. Si como sector artístico nos mantenemos unidos aboliendo la apatía y el desencanto, si volvemos a creer y participamos, tal vez entonces, las cosas puedan mejorar.