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¿Cómo se imaginan niños saltillenses invidentes a su madre?
“Mi mamá es muy inteligente, amable, es todo para mí, la persona más importante de mi vida, gracias a ella soy quien soy”.
Andrea Judith Alvarado, a sus 14 años no puede percibir el rostro de quien le dio la vida, ella padece visión débil y aunque solo al tocar y escuchar a su mamá la reconoce, aun así imagina que María es la más hermosa, asegura es la mejor madre del mundo.
Frente a quien le dio la vida, emitió su sentimiento, le nació desde el alma y le agradeció por ayudarle a ser la persona en la que se ha convertido pese a su discapacidad visual.
“Esto no es algo que hago siempre, pero siento que es importante decírtelo máma, lo único que quiero decirte es gracias, gracias por ser tú, por ser amable, valiente, por no derrumbarte conmigo cuando estamos en momentos difíciles, gracias por siempre acompañarme cuando tengo mis sueños o mis locuras”.
“Sin ti yo no sería nada, te agradezco por hacerme quien soy, pues ser como eres, porque eres perfecta y eres la persona más valiente y luchadora que tengo porque no cualquier mamá puede cuidar a una persona como yo, discapacitado porque eso es muy difícil, aparte que tienes más hijos, eso es lo que te quería decir y qué bueno que te tengo aquí enfrente”, dijo emocionada Andrea Judith.
Con lágrimas en sus ojos, María Guadalupe Deita tuvo pocas palabras para responder a su revelación, asegura que Andrea es una niña inquieta, pero muy valiente, con quien ha pasado situaciones muy difíciles, pero ella y nadie más ha sido su ejemplo de fortaleza y voluntad.
“Tu me has enseñado a seguir fuerte, estoy orgullosa de ti, eres una niña muy bonita y todas las cosas que haces me hacen sentir contenta te quiero mucho amor”, dijo la madre.Así como el caso de Andrea y María —su mama—, existen decenas de casos de unión entre madre e hijo en la escuela de invidentes de Saltillo donde el amor y la esperanza hacen mas fuerte el lazo familiar.
‘LA MEJOR MADRE DEL MUNDO’
Édgar David Cerda es uno de los alumnos de mayor edad; una discapacidad mental media le ha dejado sin ver en un gran porcentaje, tiene 29 años, pero aún así asegura que sin su madre no poder haber llegado incluso a esta edad.
“Es la mejor mamá del mundo, porque me crió, porque ella me enseñó a ser educado, la quiero mucho”.
Él reconoce a su madre por sus manos suaves, asegura que le gusta mucho cocinar y lo hace muy bien.
“Él es un joven muy serio, ha sido difícil todo, ahora más con su problema pero siempre he estado con él y siempre voy a estar con él, es callado pero ayuda en todo en casa, le echa muchas ganas, así me lo dio Dios, un ángel”, comentó Patricia Flores.
“MI MADRE ES LINDA”
Para los niños invidentes, el acompañamiento de una madre, es lo más valioso en sus vidas, tal es el caso de “Jacky”, una niña de 7 años que no ha podido conocer a su mámá, más que por sus cariños y afectos.
Su nombre completo es Aracely Jackelin García Najera, a su corta edad sufrió la pérdida de su padre y su abuela, quien le cuidaban, pero el destino le puso a una nueva mamá de quien expresa solo amor y a quien asegura no cambiaría por nada ni nadie en el mundo.
“Mi mamá es linda, con el cabello corto, es bonita, se porta muy bien conmigo, hago la tarea con ella, ella juega conmigo cuando está desocupada porque ella trabaja en un molino; me trae a la escuela, le platico lo que hice en la escuela”, dice “Jacky”.
María Elena Tovar, obtuvo su guardia y custodia en diciembre de 2018 con el objetivo de que no le falte nada a “Jacky”; su misión es darle armas y sepa superarse en su vida.
“Ha sido muy padre, me enseña muchas cosas, es muy inteligente, tiene una capacidad de olfato, de oído, no ha sido difícil adaptarme a ella ni a ella a mí, yo la adopté para darle lo que necesita, para darle escuela, armas para la vida. Era sobrinita mía, su papa falleció, su abuelita que la cuidaba, falleció, entonces mi esposo y yo tomamos la iniciativa de tenerla y aquí estamos apoyándole”, comentó.
Menciona que es una niña muy buena, muy cariñosa, su regalo más grande es haberla recibido luego, pues aun y cuando tiene tres hijos, le volvió la vida a toda la familia con la llegada de “Jacky”.
Las madres de familia que acuden a la escuela de invidentes han constatado que aún y con su discapacidad, los niños que no pueden ver al mundo son felices y muy agradecidos, se vuelven muestras de ejemplo para la sociedad, pues demuestran sus ganas de vivir y salir adelante, aun y con adversidades.
‘LE VOY A DECIR QUE LA AMO’
“Yo no quiero que me cambien a mi mamá, porque quiero a mi mami la que está conmigo. El Día de las Madres le voy a regalar una rosa, le voy a decir que la amo, que la quiero y le daré una carte donde diga todo esto”, comentó Daniela Alexandra Estrada.
“Es una niña muy cariñosa, alegre y feliz, que es lo que me admira mucho de todos los niños con discapacidad, a pesar de todo siempre están contentos, nos enseñan a los que somos normales que, aunque con su discapacidad son más felices que nosotros”, dijo Ana Elvira Fuentes.
MI MEJOR REGALO
Tal vez para muchas mamás de familia, los regalos, rosas y demás cosas materiales son los detalles perfectos para recibir en el Día de la Madre, pero para las mamás de familia de niños con discapacidad visual, el verlos sonreír, ser independientes y fuertes, es el mejor regalo que pueden recibir, pues con los avances de sus hijos, se sienten vencedoras de la prueba que les puso la vida.
“No es difícil porque no la tomo como enferma; ella tiene pérdida total de la vista pero es una niña normal, ella me ayuda, es muy inquieta. Mi mejor regalo para el Día de las Madres por parte de ella, siempre lo que he dicho, es haberla tenido porque realmente me habían dicho que se me había muerto. Mi mejor regalo es ella, aunque ella dice que me va a regalar una flor”, dijo entre lágrimas Rosa María Martínez, mamá de Esmeralda Guadalupe Gallegos, de 6 años de edad.