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Tres corazones rotos en el último capítulo de 'Game Of Thrones'
Luego de ser testigos de la Guerra contra la Muerte en el pasado capítulo de Game of Thrones muchos quedaron insatisfechos con los resultados, en particular porque esperaban la muerte de personajes más importantes y giros más inesperados.
Y aunque descubrir que fue Arya la encargada de acabar con el Rey de la Noche y no Jon Snow como se venía creyendo, fue un impacto para muchos y el punto más alto del episodio, incluso con las muertes de Theon y Jorah, quienes estuvieron en la serie desde el primer momento, no fue suficiente.
Eso cambió este domingo 5 de mayo cuando, luego de regresar a las intrigas políticas que tanto amamos, la violencia cayó con fuerza sobre los recién victoriosos personajes.
El episodio inició con el acto funerario, al día siguiente de la batalla, donde incineraron los cuerpos de los miles de hombres y mujeres que perecieron luchando contra los muertos, incluidos los antes mencionados junto a Lyanna Mormont, Edd, Beric Dondarrion y Melisandre, para dar paso a una merecida celebración en los salones de Winterfell.
Ahí, en una movida pública para comenzar a establecer la solidez de su reinado Daenerys legitima a Gendry como un Baratheon y lo convierte en señor de Bastión de Tormentas, hogar de su casa, acto que fue bien anotado por Tyrion y por Sansa.
Durante la fiesta todos celebran y hasta Brienne se deja llevar por las altas dosis de alcohol en un juego con Jaime, Tyrion y Pod tipo “verdad o reto” que termina cuando le hacen confesar que aún es virgen.
Este dato no pasa desapercibido ante Jaime quien la sigue hasta sus aposentos y luego de un breve forcejeo terminan en brazos del otro, entre besos apasionados y la ropa cayendo.
Gendry por su parte termina su noche buscando a Arya para proponerle que se convierta en la señora Baratheon, pero ella amablemente lo rechaza, consciente de que ese tipo de vida no es para ella.
A la mañana siguiente comienzan con las preparaciones para marchar al sur y quitarle el trono a Cersei. Luego de dar cuenta de las pocas tropas que les quedan acuerdan dividir sus fuerzas, las de Jon por tierra rumbo a Desembarco del Rey y las de Daenerys, junto con los dragones, flanquearán la ciudad por mar desde Dragonstone. Jaime se quedará en Winterfell, junto con Sansa y Brienne.
Al terminar la reunión Arya, Sansa y Bran se reúnen con Jon para expresarle su inconformidad con la alianza con Dany, a pesar de lo mucho que sus tropas fueron útiles en la guerra contra los muertos.
Momentos antes, Daenerys, aún insistente en su afán de ser la única regente sobre Westeros, hace a Jon jurar que no le dirá a nadie su verdadera identidad como Targaryen, pero él falta a su promesa cuando les revela este secreto a su hermanos/primos, bajo juramento. Aunque sus promesas también poco valen cuando Sansa le cuenta a Tyrion y él a su vez a Varys.
Esa noche, luego de no verlo desde el inicio de la temporada, Bronn llega al norte y encuentra a los hermanos Lannister tomando y hablando sobre la nueva relación del caballero. Con ballesta en mano les avisa de las órdenes que tiene de matarlo y convence a Tyrion para que le ofrezca un trato mejor que el de Cersei, pues sabe que con los dragones de Dany ella está más que muerta.
Luego de la usual disputa de intereses llegan al acuerdo de que una vez que la Reina Dragón esté sobre el Trono de Hierro se convertirá en el señor de Altojardín, hogar de los extintos Tyrell.
Sandor Clegane parte rumbo a Desembarco del Rey con la intención de terminar asuntos pendientes —¿Cleganebowl?— y en el camino Arya se incorpora a su aventura. El dúo dinamita está de vuelta y parece que ella está dispuesta a cumplir la profecía de cerrar para siempre un par de “ojos verdes”.
Entre otras despedidas también está la de Tormund, Sam y Gilly de Jon. Estos últimos revelan que están esperando un hijo pues “no había mucho que hacer en Oldtown” y el salvaje muestra una vez más su aprecio por la fuerza del Stark-Targaryen.
El viaje al sur, nuevamente realizado tan sólo en la transición de una escena, gracias a la magia de la teletransportación que la serie ha adoptado en sus últimas temporadas, sucede sin contratiempos hasta que, con Dragonstone a la vista, la flota de Dany es interceptada por una de Euron Greyjoy, armados con escorpiones que logran matar a Rhaegal y casi derriban a Dany sobre Drogon también.
El ataque hace que ella tenga que alejarse de la zona, lo que deja expuestos sus barcos, de los cuales unos cuantos son hundidos por las saetas de las mortíferas armas de Cersei.
Varys, Tyrion y Gusano Gris sobreviven y se las arreglan para llegar a las costas de Dragonstone, pero Missandei es capturada y llevada a Desembarco del Rey.
Totalmente enfurecida por haber perdido a su amiga y consejera y a otro de sus dragones Dany parece enloquecer y planea atacar a la mayor brevedad posible la capital, haciendo “llover fuego” sobre ella, matando a Cersei y miles de inocentes en el proceso.
Tyrion logra convencerla de establecer un pacto más con la reina Lannister y ella acepta, asegurando que al menos así el pueblo sabrá que se le dio una oportunidad antes de atacar.
Contrariados por esta violenta respuesta Varys y Tyrion comienzan a contejar la posibilidad de poner a Jon sobre el trono, de casarlos o incluso de matar a Dany si continúa mostrando signos de locura.
La noticia llega a Winterfell y cuando Jaime se entera decide viajar al sur. Brienne lo insta a no abandonarlo y él le asegura que es un hombre cruel y que siempre será fiel a Cersei, por lo que la abandona con el corazón destrozado.
Días después, frente los muros de la capital, una ridícula hueste de de Inmaculados, liderados por la Reina Dragón, se planta ante Cersei, quien desde arriba está totalmente armada y bien defendida, con Missandei esposada y parada al borde de la muralla.
Tyrion y Qyburn son los designados para llevar el mensaje de sus respectivas reinas, ambos conscientes de que ninguna aceptará la propuesta de rendición de la otra, por lo que el enano se acerca peligrosamente a la ciudad, con cientos de arqueros apuntándole y justo cuando creímos que sería su final Cersei lo deja hablar.
El pequeño hombrecito trata de apelar a su lado materno, consciente de su embarazo —dato que sorprende a Euron pues cree que el niño es de él y que nadie más sabe— pero su intento es inútil y la reina sólo se limita a pedirle a Missandei que diga sus últimas palabras.
¡Dracarys! es lo único que alcanza a decir, instando a su reina a desatar su furia contra los Lannister y con un tajo limpio de la espada de Gregor Clegane, muere decapitada.
Con dos capítulos para el final de la serie todo parece indicar que ahora hay más de una reina loca y sedienta de sangre en el juego. Habrá que esperar a ver de qué manera actuará el resto ante este cambio de jugada.