La ilusión y esperanza, junto con la nueva imagen del equipo y del Madero, renuevan el deseo de un título para los Saraperos de Saltillo
Con un lleno a reventar, el renovado estadio Francisco I. Madero recibió el juego inaugural de Saraperos de Saltillo para su temporada 50 en la Liga Mexicana de Beisbol, el rival, nada más y menos que Acereros de Monclova. En el aire se respiró ilusión y la esperanza estaba a flor de piel, una nueva era se puso en marcha.
Poco a poco se abarrotaron los pasillos y en el graderío no cupo ni un alma más. La velada comenzó con la ceremonia de los honores a la bandera, después entró a escena la nueva Porra Verde acaparando reflectores y miradas. Un velo iluminando con los teléfonos celulares del público vistió el recinto y enseguida los bailarines hicieron lo propio engalanando con distintos ritmos de música.
En la pantalla gigante se reprodujo un video en el que, con voz del director deportivo Roberto Magdaleno, se le dio la bienvenida a la afición saltillense por parte de la nueva directiva.
El clímax llegó, una serie de potente pirotecnia hizo estallar el diamante y el cielo se cubrió con destellos, el estruendo dio por inaugurada la nueva era de Saraperos de Saltillo. El lanzamiento de pelota lo realizó el histórico Armando Reynoso, quien debutó como profesional con Saraperos en 1988. Se cantó el “play ball” en la capital coahuilense con algunas que otras casacas de acero entre la multitud verde.
Los primeros, hasta en la fila
Fue en punto de las 18:00 horas cuando se abrieron las puertas del renovado Parque Madero, pero horas atrás fieles aficionados estuvieron haciendo fila para ingresar a la sección de numerados. Tal es el caso de Juan Antonio Rosales, seguidor de la Nave Verde desde hace más de 30 años.
“Entre más temprano es más cómodo”, dijo el fanático explicando por qué ser de los primeros en la fila. El señor Rosales también compartió su análisis de la primera serie de Saraperos en esta temporada, “Empezaron mal, pero ojalá y salgan de la mala racha. Sí están bateando más, el pitcheo es el que falta un poquito en los abridores”, comentó.
La familia de Miguel Ramírez también estuvo plantada en la punta de la fila con todo el entusiasmo por vivir la nueva era verde, “Tenemos la esperanza de que vaya para adelante”, dijo el patriarca que sigue al sarape desde hace una década.
En el otro extremo del Parque Madero estuvo la fila para ingresar a zona generales, misma que comenzó a formarse desde alrededor de las 15:30 horas. Entre cansancio y algo de pena, los primeros en la fila prefirieron no ser entrevistados.
La afición siempre tiene voz y voto
“Sencilla pero bonita”; así describieron el espectáculo Antonio Sánchez y Fabiola Saldaña, radicantes en Saltillo pero originarios de Monclova y Acereros de hueso colorado.
“Allá fue más extensa porque se celebraba el 45 aniversario del equipo, fue un poquito más bonito allá”, dijo Sánchez comparando las ceremonias de inauguración entre Monclova y Saltillo esta temporada.
La pareja Sarapera son Vanessa Acosta y Genaro Ramírez, “A mí me gustó muchísimo los fuegos artificiales más que nada, anuncian que va a ser un buen año”, dijo Vanessa. “Está súper bien porque el estadio está lleno, siempre hay que apoyar al equipo y de ahí se van a ir para arriba”, complementó Genaro.
Griselda Luna y Alexa Guerrero son madre e hija, “Muy bonita nada más que si estuvo muy mal la entrada, estuvo mal organizada”, externó Griselda a la par que fue contundente diciendo “Espero que seamos campeones”.
El amor por el beisbol corre por la sangre de los hermanos Dayana y Cristopher Sánchez, “Estuvo muy padre, todo coincidió para que la afición se sienta muy contenta. Todavía nos quedan 119 juegos, no todos en casa pero si hay que apoyar siempre”, comentaron además que “la directiva viene con muchas ganas de invertirle al equipo y esperemos que no nos dejen como otras veces”.
Aficionado a Saraperos desde 1973, Manuel Sánchez Robles dijo, “Me da mucho gusto que haya una nueva renovación en Saraperos al frente de César Cantú. Se lució con la inauguración estuvo muy bien muy grande, me gustó mucho”.