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Horario de Verano
El primer registro que aparece en nuestras páginas es el domingo 03 de abril de 1988, cómo el año en que se adelantó una hora al reloj, a las 00:00 horas, para tomar el Horario de Verano, que culminó el 30 de octubre de ese mismo año.
Los estados de Durango, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas en 1988 establecieron cambios de horario para aprovechar más la luz del día, aunque después de un año derogaron esta medida debido al desfase crítico que se presentaba en las correspondencias horarias con el resto del país.
Con esta perspectiva, cuando se buscó implantar la medida, se vio la necesidad de aplicarla de manera generalizada en el país, porque para que funcionara adecuadamente y rindiera los beneficios esperados, era preciso contar con la colaboración de todos y cada uno de los mexicanos.
En México, el horario de verano empezó a aplicarse desde 1996, con base a un decreto del Presidente de la República, publicado en el Diario Oficial el 4 de enero de ese año. Con la idea de que así se evitaba el desfase económico que había con Estados Unidos dos veces por año (aunque México ya contaba con experiencias previas en materia de cambio de horarios estacionales, como en el estado de Baja California, donde aplica desde 1942). Así se evitarían algunos desórdenes como las operaciones financieras y los vuelos internacionales.
En un principio, todo el territorio mexicano adoptó el horario de verano, pero el estado de Sonora dejó de utilizarlo en 1998, debido a lo poco beneficioso que resultó a causa de las temperaturas tan altas registradas en dicha región, y para mantenerse a la par del horario del estado de Arizona, Estados Unidos, donde no se utiliza el horario de verano. Esto causa que los estados de Baja California y Sonora empaten sus horarios en UTC −7 (Tiempo Universal Coordinado, -7 horas, por sus siglas en inglés) durante el verano septentrional.
En México, cada año el horario de verano inicia el primer domingo de abril (adelantando una hora a los relojes de las 02:00 a. m. a las 03:00 a. m.) y termina el último domingo de octubre (atrasando una hora los relojes de las 02:00 a. m. a la 01:00 a. m.). Solamente en el año 2001, se inició el primer domingo de mayo y terminó el último domingo de septiembre, volviendo en 2002 a las fechas originales.
En 2009, las ciudades fronterizas con Estados Unidos solicitaron nuevamente al congreso el cambio de fechas para que el horario de verano en México volviera a quedar a la par con el de Estados Unidos. Así se cambió el decreto original promulgado en 2002 por el H. Congreso de la Unión (la nueva versión fue publicada en el Diario Oficial de la Federación el 6 de enero del 2010 por el Poder Ejecutivo), agregando un párrafo con la regla de aplicación del horario de verano modificada únicamente para la franja fronteriza del norte del país.
En la actualidad sigue vigente esa regla excepcional, desfasando a las ciudades fronterizas respecto al resto del país durante cuatro o cinco semanas cada año. En septiembre de 2015 se presentó nuevamente al congreso la iniciativa de modificar el horario de verano en el resto del país para hacerlo coincidir con Estados Unidos, y eliminar con ello la necesidad de un párrafo de excepción para la frontera. La propuesta fue desechada el 29 de junio de 2016 siendo esta la tercera negativa del congreso mexicano a modificar el horario de verano a escala nacional en un periodo de casi diez años.
Cabe mencionar que desde el 01 de febrero del 2015, el estado de Quintana Roo cambió su huso horario estándar al UTC −5, y ya no aplica más el horario de verano.
COAHUILA RECHAZÓ EL HORARIO
En 1999 los saltillenses rechazaron el horario de verano.
La ciudadanía se sumó al clamor de diferentes sectores de la sociedad, al externar un abierto rechazo al horario de verano que entraría en vigor.
Para conocer la opinión de los saltillenses, personal del área de investigación de Vanguardia realizó una encuesta al azar entre 250 personas, en diferentes, puntos de la localidad.
De los encuestados, el 63 por ciento pertenece al sexo femenino y el 37 por ciento, al masculino, con edades diversas y ocupaciones distintas (amas de casa, estudiantes, profesionistas, albañiles, comerciantes y obreros).
Se incluyeron un total de cinco cuestionamientos, cuyos resultados estadísticos se transcriben a continuación:
El 64.8 por ciento está en contra del cambio de horario, sólo el 24.3 por ciento se manifestó a favor y al 10.9 por ciento le da lo mismo que se adelanten o no las manecillas del reloj.
Al preguntarles si el horario de verano les resulta benéfico o perjudicial, mientras que el 68.4 eligió la primera alternativa, el 28.9 por ciento prefirió la segunda y el resto de los entrevistados se mostró indeciso.
Otra interrogante fue que revelaran de qué manera se les favorece con el nuevo horario, a lo que el 35.2 por ciento aseveró que se ahorra energía eléctrica, en tanto que el 29.4 por ciento dijo que se aprovecha mejor el día.
El 17.6 por ciento dijo que hay más luz por la tarde, el 11.7 por ciento subrayó que es mayor la seguridad pública y el 6.1 por ciento dijo levantarse con más ánimo para emprender las actividades cotidianas.
Al pedirles que indicaran alguna desventaja, el 30,2 por ciento estuvo de acuerdo en que se afecta el organismo, el 27.9 expuso que el cuerpo se desajusta anímicamente, el 18.6 por ciento acordó que se gasta más electricidad durante la mañana
El 16.2 por ciento detalló que el adelantar una hora las manecillas del reloj les ocasiona problemas con los menores de edad, el 4-6 por ciento puso de manifiesto que se beneficia mayormente a los empresarios y el 2.5 por ciento dijo que aún prevalece la inseguridad pública.
EN EL CONGRESO
La Comisión de Fomento Económico del Congreso del estado rechazó la implantación del horario de verano en Coahuila, en 1999.
En la sesión que presidió el diputado Ricardo Maldonado Escobedo también acordó la Comisión de Fomento Económico solicitar al pleno del Poder Legislativo que en su sesión se manifieste en contra de la implantación del horario de verano en la entidad.
Además se planteó solicitar al Gobernador del estado que realizara las gestiones conducentes ante el director de la Comisión Federal de Electricidad y ante el secretario de Energía del Gobierno federal, para que en el estado de Coahuila se aplicara la tarifa eléctrica equivalente a 32 grados centígrados.
Previamente, en su última sesión, la Comisión Permanente del Congreso del estado ratificó el acuerdo de la Comisión de Fomento Económico de rechazo a la implementación del horario de verano en Coahuila. En esa sesión se hicieron presentes un grupo de laguneros que protestaron en contra de dicha medida.
Pese a protestas inició el horario de verano. A partir del 4 de abril de 1999, los relojes de la mayor parte de los mexicanos marcaban una hora adelante; los de los saltillenses no podrían ser la excepción a pesar de las protestas de la gente y de las tardías solicitudes de los congresistas.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS
El cambio de horario para aprovechar las horas de luz solar no es nada nuevo. Esta práctica va a cumplir el siglo de llevarse a cabo y desde que empezó se le han atribuido muchos beneficios pero también genera mucha controversia. A continuación presentamos los pros y contras de cambiar la hora en verano y en invierno.
Ventajas
- Ahorro de energía: durante el horario de verano se utiliza menos energía ya que se aprovechan las horas extra de luz solar para hacer las actividades de rutina. Además de que las personas tienden a pasar más tiempo afuera.
- Impacta los negocios: las tiendas y los negocios reportan un incremento en las ganancias en los meses del horario de verano que en el resto del año. Esto se debe a que cuando las personas salen tarde del trabajo pueden aprovechar la luz de día para hacer mandados y compras, que en invierno no pueden hacer.
- Turismo y transporte: las horas extras de luz hace que los turistas quieran estar paseando más tiempo, además de que gastan más dinero, que también utilizar en el transporte público, como camiones y taxis.
- Salud: más luz al final del día le da oportunidad a la gente de ejercitarse al aire libre.
- Seguridad: como hay más luz esto hace las ciudades menos propensas al crimen.
- Tiempo de ocio: un día con más horas de luz alienta a las personas a hacer más actividades con amigos y familiares, y pasar un buen rato. Esto a su vez es bueno para la salud y para la economía.
Desventajas
- Complejidad: en algunos países los horarios de verano y de invierno empiezan en tiempos diferentes, lo que puede dificultar los negocios y relaciones internacionales, y otros países no manejan ningún tipo de cambio de horario.
- Agricultura: las personas que trabajan el campo se quejan de que con menos luz en la mañana no pueden empezar su trabajo a tiempo. De igual manera, el ganado se ve afectado por que les cuesta más trabajo acostumbrarse al nuevo horario.
- Salud: el cambio de horario trastorna el sueño. Equipos médicos como marcapasos, desfibriladores y monitores de glucosa también tienen que ser ajustados.
- Economía: el cambio de un horario a otro provoca cambios y retrasos en juntas, viajes, facturación, emisiones de televisión, etc., y se gasta dinero extra para reagendar todo lo que no se concretó.
- Servicios electrónicos: los cambios de horario pueden causar que los equipos electrónicos y las computadoras tengan desperfectos. Estos errores se reflejan en los trabajos de los empleados, en el desempeño de las empresas y en los resultados de las industrias.
- Seguridad: existe mucha preocupación por los niños y las personas que tienen trabajo en la mañana por que se levantan y salen de casa cuando aún está oscuro y esto puede llevar a una oportunidad para que presenten hechos criminales.
Por Último:
En última instancia, depende de uno decidir si los cambios de horarios nos ayudan en nuestra rutina diaria, a nuestra economía y al ambiente.
CIFRAS DEL AHORRO DE ENERGÍA
Ahorro de energía de los años 1996 a 2018
Año kilowatts-hora
1996 943
1997 1,100
1998 1,012
1999 1,092
2000 1,182
2001 933
2002 1,118
2003 1,165
2004 1,287
2005 1,301
2006 1,131
2007 1,278
2008 1,230
2009 1,311
2010 1,347
2011 989
2012 1,041
2013 1,224
2014 1,123
2015 1,030
2016 1,304
2017 885.7
2018 941
Orígenes del Cambio de hora
El cambio horario tuvo su origen en el siglo XVIII año 1784, cuando el científico y diplomático estadounidense Benjamín Franklin (1706-1757) en base a la idea del aprovechamiento diurno de luz natural planteó por primera vez adelantar los relojes una hora durante el verano, a fin de aprovechar mejor la iluminación natural y así consumir un menor número de velas para alumbrarse durante la noche. No obstante no llegó a ponerse en práctica.
En 1905 el constructor inglés William Willett (1857-1915) concibió el horario de verano durante un paseo a caballo previo al desayuno, cuando se sorprendió pensando cuántos londinenses dormían durante la mejor parte de un día de verano. Muy aficionado al golf, le disgustaba acortar su recorrido en el crepúsculo. Dos años más tarde, en Julio de 1907 publica su propuesta, aunque después de varios años de debates, William Willet fallece en 1915 sin ver aplicada su idea.
Alemania inició el cambio de hora a raíz de la 1ª guerra mundial y con el propósito de ahorrar combustible, el kaiser Guillermo II de Alemania decretó el inicio del cambio de hora el 30 de abril de 1916, que también se aplicó a sus aliados y las zonas ocupadas, siendo los primeros países europeos en emplear el horario de verano.
Varios países beligerantes y neutrales de Europa les siguieron, Rusia y otros países esperaron al año siguiente.
Estados Unidos al igual que España no lo hicieron hasta 1918. Desde entonces, se han producido muchas propuestas, ajustes y revocaciones.
Adelantar una hora los relojes durante los meses de mayor insolación demostró ser una medida tan eficiente que algunos países decidieron conservarla permanentemente.
El cambio de hora se generaliza en 1974
Después de la Segunda Guerra Mundial, cada vez más países se han adherido al Horario de Verano, y las reglas para su aplicación se han ido desarrollando para ser lo más claras y universales posible. En 1973 los países miembros de la OPEP impusieron un embargo petrolero de importantes consecuencias económicas, por lo que las naciones industrializadas comprendieron la urgencia de impulsar medidas del cuidado de la energía, que al mismo tiempo permitieran reducir la fuerte dependencia que actualmente se tiene de los combustibles fósiles, tales como el petróleo y el gas. En 1974 comenzó a generalizarse el cambio horario de verano, aunque de manera desigual.