Organizaciones de derechos humanos están en alerta ya que Brunei implementará en los próximos días el castigo de lapidación o agresiones físicas hacías las personas LGBTI y adúlteros.

El país asiático implementará la ley penal islámica que fue aprobada en 2014, antes se imponían multas o cárcel por delitos como el embarazo fuera del matrimonio o la falta de oración el viernes, pero los cambios permitirían azotar y apedrear a muerte a los musulmanes declarados culpables de adulterio, sodomía y violación, han asegurado las asociaciones.

Brunei había retrasado la implementación de las últimas dos etapas de cambios debido a una reacción internacional en 2014, pero ahora planea retomar ambas el 3 de abril, señala Matthew Woolfe, fundador del grupo de derechos humanos The Brunei Project.

"Estamos tratando de presionar al Gobierno de Brunei, pero nos damos cuenta de que hay un marco de tiempo muy corto hasta que las leyes entren en vigencia", explicó Woolfe a la Fundación Thomson Reuters.

"Nos sorprendió que el gobierno ahora haya dado una fecha y se esté apresurando en la implementación”, agregó.

Diversos activistas han manifestado su preocupación entorno a la postura de Brunei y han pedido a los gobiernos que ejerzan la presión diplomática.