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Conducir en moto por la ciudad, las claves para sobrevivir sobre dos ruedas
POR JESÚS DOMÍNGUEZ PARA MOTORPASION MOTO
Las motos son vehículos maravillosos con multitud de ventajas para circular por la ciudad. Son más baratas que los coches, consumen menos gasolina, son más pequeñas y ágiles, son más fáciles de aparcar y, generalmente, nos ayudan a llegar antes a los sitios.
No obstante, aunque las ventajas son muchas, también tienen ciertos contras como la menor seguridad que los coches o la escasa protección cuando hay mal tiempo. A continuación contamos una serie de trucos y consejos a tener en cuenta a la hora de circular con una moto por la urbe y así poder aprovechar sus ventajas de la forma más segura posible.
Ponte las protecciones y pon a punto la moto
Todo en la vida tiene su preparación y conducir una moto no iba a ser menos. Antes de subirnos a nuestras monturas debemos preocuparnos de ir correctamente vestidos. Es mejor utilizar un casco integral (con pinlock para evitar el vaho) que uno de tipo jet, que protege mucho menos la cabeza.
Tanto en los meses estivales de más calor como los más fríos es fundamental llevar una chaqueta. Las hay para todas las temporadas, pero procuremos que sean especiales para moto, con protecciones en hombros, brazos y espalda, como mínimo, y que nos protejan de la abrasión.
Evitemos ir en camiseta y pantalones cortos en verano, al igual que en chancletas. Los pantalones son una parte muy importante. Mejor si son de cordura o incluso de kevlar, que pueden resultar prácticos para vestir en el día a día y protegen de forma efectiva. Lo mismo ocurre con las botas de ciertas marcas que dan el pego para ir a la moda por la calle y que también protegen cuando vamos en moto.
Por supuesto, no pueden faltar los guantes. No valen unos de lana cualquiera. Que protejan los dedos y los nudillos de los golpes y la abrasión. El dolor en caso de caída puede ser indescriptible (el suelo es como una lija cuando nos caemos de la moto). Por eso se está estudiando que llevar chaquetas y guantes sea obligatorio.
Intentemos llevar prendas claras (mejor que negras) y reflectantes para que los demás nos vean, sobre todo de noche. Y, por cierto, como consejo para tratar mejor a nuestra motocicleta, antes de ponernos toda la equipación debemos encender el motor para que se vaya calentando y lubriquen todas las piezas; no es recomendable esperar a tener todo puesto para arrancar y abrir gas directamente.
Después de ponernos todo el equipo (lleva unos minutos, pero el cuerpo lo agradecerá en caso de caída) llega el momento de subirnos a la moto. Es importante llevar la moto con las revisiones pertinentes y los niveles adecuados.
Son incontables las ocasiones que hemos visto por la ciudad gente que va en moto y lleva las presiones de las ruedas muy bajas. Esto puede provocar desde un pinchazo hasta un mal funcionamiento de la moto, una mala frenada o una reacción que no esperamos. Hay que revisar, como mínimo, una vez al mes las presiones.
Mejor tener una actitud defensiva
Lo primero que debemos pensar cuando estamos circulando es que las motos son "invisibles" para los demás usuarios de la vía. Por norma general recordemos que los conductores se distraen y no se dan cuenta de que estamos ahí.
Lo principal que debemos cuidar durante el trayecto es nuestra seguridad. Por eso, debemos tener una conducción anticipativa. Si controlamos lo que tenemos delante de nosotros a una distancia larga (muy importante mirar a lo lejos) podremos prever lo que hacen los demás conductores.
Durante la conducción no debemos hacer gestos ni movimientos bruscos. No nos cambiemos de un carril a otro rápidamente. Indiquemos antes nuestra voluntad de cambiar de dirección y a continuación desplacémonos. Así no sorprenderemos a los demás conductores con nuestra acción.
Cuidado con los ángulos muertos
En un coche sobre todo tenemos que poner especial cuidado con los laterales y en el caso de los vehículos grandes, también si nos ponemos muy pegados por detrás no nos verán (un peligro en el caso de que decidan dar marcha atrás). Recordemos que existen muchos ángulos muertos. En los semáforos procuremos evitar ponernos pegados por delante los camiones ya que los conductores pueden olvidar que estamos delante al no vernos desde suposición y arrollarnos.
Una de las principales ventajas de una moto es que son vehículos ágiles que pueden caber por zonas donde un coche no puede circular. Pero cuidado porque esto también conlleva un peligro. En muchas ciudades hay destinadas zonas específicas de parada en la parte delantera junto a los semáforos. Eso significa que las motos se pueden situar en la parte delantera.
Sin embargo, hay que recordar que las motos pueden circular entre los coches solo si están parados. No está permitido zigzaguear entre los coches o, como también se llama, hacer filtering hasta conseguir la pole position.
Precisamente si circulamos entre los coches, debemos tener cuidado si los vehículos están estacionados en los laterales. Cuántas veces habremos visto cómo un ocupante de un coche abre la puerta sin mirar y un motorista se come la puerta. Para que esto no pase, hay que circular a un mínimo de 1,5 metros de distancia de cualquier objeto.
Lo mismo ocurre cuando circulamos cerca de un autobús que se ha parado para que desciendan los pasajeros. Tengamos mucho cuidado de este momento porque cuando menos lo esperamos un peatón aparecerá entre los coches para intentar cruzar la calzada aunque no haya un paso señalizado. Tengamos especial precaución también cuando hay un colegio cerca. Debemos estar preparados para que salga en cualquier momento un niño corriendo, un balón rodando o cualquier otro objeto.
Aprende a frenar bien
Un truco muy práctico que recomienda el RACE en uno de sus cursos de conducción segura en moto es circular con dos dedos puestos de forma continua en las dos palancas de freno ubicadas en el manillar en los scooters. En el caso de las motos de marchas podemos circular con los dedos en el freno delantero y con el pie derecho preparado para accionar el freno trasero. Así reduciremos la distancia de la frenada.
Y hablando de frenar, hay que aprender a hacerlo y acostumbrarnos a cómo reacciona nuestro vehículo. Nada como estar en un curso de conducción para demostrarnos que no tenemos ni idea de frenar al principio. Las autoescuelas no lo enseñan de forma efectiva, solo nos enseñan a aprobar el examen A2.
Como consejo, antes de hacer una frenada de emergencia hay que equilibrar la moto de forma que primero accionaremos el freno trasero, luego el delantero, y todo de forma progresiva. Si lo hacemos muy fuerte desde el principio bloquearemos las ruedas, si nuestra moto no tiene ABS.
La pintura en el suelo, alcantarillas... nuestros enemigos
La única superficie que tenemos de contacto con respecto al suelo son unos pocos centímetros del perfil de nuestro neumático. Por eso, la importancia del agarre es fundamental y en muchos casos se ve mermado por objetos "enemigos" de los motoristas que retan a su seguridad: evitemos pisar los pasos de peatones y líneas pintadas resbaladizas (sobre todo son muy peligrosas con las primeras gotas de la lluvia).
Lo mismo para las rejillas, alcantarillas, manchas de aceite y gasolina... Si nos fijamos en cualquier motorista experimentado, de forma inconsciente circulan por la ciudad sin pisar ninguno de estos elementos. Evitemos también pasar, siempre que podamos, sobre los baches porque nos desestabilizarán. Es aquí donde comprobaremos si realmente nos han hecho una buena revisión de los amortiguadores y las suspensiones.
Aprovecha bien los carriles
Una de las grandes ventajas de ir en moto es que en ciertas ciudades existen carriles que pueden compartir las motos, los autobuses y los taxis. Son estupendos para circular un poco más rápido entre el tráfico fluido, pero también tienen un peligro añadido: ¿cuántas veces hemos visto que una moto se traga las defensas que separan estos carriles de los demás? Hay que estar muy atentos a estos objetos situados en el suelo o nos veremos comiendo asfalto sin darnos cuenta.
Cuando circulemos por un carril no debemos ocupar un lateral del mismo, sino que es mejor ir por el centro. Somos como un coche en este sentido. Si ocupamos el centro del carril los demás vehículos no invadirán nuestro espacio. Y no olvidemos que para alcanzar el primer puesto en un semáforo está terminamente prohibido ocupar el carril que circula en sentido contrario y con una línea continua. Es una práctica cada vez más habitual entre las motos y es una acción muy peligrosa.
A la hora de cambiar de carril, indiquémoslo con antelación a través de los intermitentes y antes de desplazarnos, no solo miraremos por los espejos (recordamos que también tenemos ángulos muertos) sino que también giraremos la cabeza para asegurarnos de que no viene nadie o nosotros no molestamos con nuestra nueva trayectoria.
En el caso de que vayamos con un pasajero, hemos de recordar que la moto se vuelve más pesada y menos ligera. Por tanto, su frenada y aceleración serán más lentas y la moto no responderá tan bien como si fuésemos nosotros solos. Se puede llevar a pasajeros menores siempre que sean mayores de siete años y si somos uno de sus padres o tutores legales.
Recordamos cómo hay que trazar bien una glorieta, siempre circulando por el carril derecho antes de salir de la misma. Hay que evitar hacer cambios bruscos de dirección ya que el suelo puede estar sucio y las ruedas pueden derrapar y, por ende, caernos al suelo.
Como consejo añadido, recomendamos llevar en la moto siempre que se pueda una toalla, un poco de cinta americana, una llave allen, una pequeña navaja y un chubasquero. Con esos elementos podemos hacer algún arreglo que nos salve de alguna (no de todas) si no podemos llamar a la grúa.
Por supuesto, cumple con las normas de circulación. No vayas a más velocidad de la debida ya que es una de las causas de los accidentes en moto. Y, por favor, ¡no circules con los pies colgando! Error garrafal que vemos a diario y que puede provocar hasta amputaciones si el pie o la pierna se quedan enganchados en algún lugar.
A la hora de conducir nuestras motos es necesario que tengamos el 100% de nuestros sentidos por lo que está prohibido hablar por el móvil y utilizar cualquier tipo de dispositivo auditivo que merme nuestra capacidad de manejar la moto.
No nos olvidemos del seguro
Si desgraciadamente vemos que podemos tener un accidente con la moto, tenemos varias formas de avisar a los demás conductores: a través del claxon, de las luces largas, gritando con todas nuestras fuerzas (aunque no es lo más aconsejable ni práctico) o un truco que hacen muchos moteros, si van en motos con marchas, que es apretar la maneta del embrague y acelerar hasta el corte. Este recurso es práctico si no nos da tiempo a accionar el claxon de la moto y queremos alertar de nuestra presencia a otros vehículos.
Y como los accidentes no los podemos evitar siempre, hay que intentar buscar un seguro que nos cubra lo que necesitamos. En muchos casos solo contemplan a terceros, no cubren ni robo ni incendios y la indemnización en caso de accidente o defunción es irrisorio por lo que resulta interesante ampliar este punto y estudiar otros seguros complementarios.
En definitiva, son incontables los consejos y trucos que existen en el mundo de las motos. Hemos indicado los más importantes y los que son más prácticos para circular por la ciudad. Pero recuerda, lo importante en la moto es llegar vivo a casa y circular con sentido común. Así que ve tranquilo, seguro y con la cabeza sobre los hombros porque vida solo tienes una.
POR JESÚS DOMÍNGUEZ PARA MOTORPASION MOTO