Gremio cultural en Coahuila, destapan más casos de acoso: #MeTooEscritoresMexicanos
/ MAURO MARINES
Fue en octubre de 2017 que en redes sociales el hashtag #MeToo comenzó a hacerse viral, posteriormente la frase se convirtió en un movimiento que denunció formalmente la agresión y el acoso sexual del productor de cine y ejecutivo estadounidense, Harvey Weinstein, que después de meses de denuncias lo llevó a la corte.
La activista social Tarana Burke y la actriz Alyssa Milano lo hicieron popular, ya que animaban a las mujeres a tuitear sus experiencias para demostrar la naturaleza extendida del comportamiento misógino, desde entonces el hashtag ha sido utilizado por más de 500 mil personas, entre ellas muchas celebridades, y al pasar de los meses ha ido creciendo a otros sectores.
El pasado fin de semana el #MeToo llegó al seno de la industria editorial en México, el hashtag #MeTooEscritoresMexicanos y la cuenta de Twitter @MeTooEscritores fue utilizado por escritoras, editoras, traductoras y funcionarias públicas, como Marina Núñez Bespalova, Tanya Huntington, Valeria Luiselli, Ethel Krauze y Brenda Lozano, quienes no dudaron en señalar casos de violencia física, emocional o sexual.
El movimiento creció en cuestión de horas, quizá una de las más destacadas fue la serie de acusaciones directas en contra de Herson Barona, escritor que ha publicado en espacios como Tierra Adentro, Punto de Partida, Nexos, Letras Libres, La Tempestad y Tierra Adentro. Uno de los señalamientos provino por parte de la colaboradora de BuzzFeed México, Mireya González, quien en un mensaje en su cuenta de Twitter reveló haber sufrido violencia física de su parte.
“Y, a la luz de los años, comprendo que eso (que me parecían manifestaciones de una personalidad llena de contradicciones y defectos) está normalizado al interior de la cultura machista y es completamente inaceptable”, aseguró Barona en Twitter. Además, rechazó ser responsable de algún tipo de abuso sexual o violencia en contra de las mujeres, pero reconoció haber tenido “conductas nocivas” que lastimaron emocionalmente a varias de sus exparejas sentimentales.
TOCA A COAHUILA
Las denuncias en Twitter fueron aumentado, inclusive se derivó de ellas hashtags como #MeTooPeriodistasMexicanos, #MeTooFuncionariosMexicanos Y #MeTooActivistasMexicanos. Pero el movimiento comenzó a revelar nombres de escritores coahuilenses, lo que no tardó en ser comentado por otras afectadas, e inclusive por los mismos involucrados en redes sociales.
Jorge Rangel fue el primer coahuilense en ser mencionado, gracias a una acusación realizada por la regiomontana Iveth Luna Flores, quien con el usuario de Twitter @Iveeeeeth aseguró que fue acorralada y manoseada por el escritor. “Jorge Rangel, que ni a escritor llega pero sí es compa de muchos escritores en Saltillo, Coahuila. Se metió a un cuarto donde yo dormía borracha, me manoseó y acorraló y no me dejaba salir #MeTooEscritoresMexicanos”, aseguró Luna.
Inmediatamente Esther M. García, escritora coahuilense, contestó a la denuncia de Iveth, afirmando que sabía del tema y que se disculpaba por no actuar de la forma correcta. Además, Esther agregó que Jorge Rangel, era protegido por Julián Herbert, que también era su jefe en aquel momento. El escritor de origen acapulqueño pero que reside en Saltillo, contestó también al tuit de Iveth, y reconoció que el incidente ocurrió en su casa, y se disculpó por tampoco darle la importancia necesaria al caso.
“Yo estaba ahí. Esto sucedió en mi casa. Al principio no entendí lo que pasaba, luego Iveth me explicó y me disculpé con ella, pero no le di la importancia debida. Tampoco se lo mencioné a nadie; pero puedo corroborar que es cierto. Lo lamento”, comentó Herbert.
CRECE EL CASO
En los últimos años, Esther M. García ha abanderado algunas causas feministas, debido a una situación personal de aparente violencia que vivió con su exmarido, que incluso llegó a los tribunales. Aunque hay voces en Twitter como @aleira365 y @silentgirl69, que la acusan de lucrar con el feminismo y de solapar a Julián Herbert, quien hace unos años fuera su pareja y de acuerdo con rumores la apoyara con becas y beneficios estatales. A lo que respondió con una negativa “Él nunca me calificó. Aquí la prueba que puede consultarse en la página del FONCA”, mostró en Twitter.
Pero las acusaciones en su contra no han parado, pues también Esther ha sido blanco de críticas por ser amiga de Miguel Gaona, un poeta acusado de acoso y violación que inclusive fue separado de su cargo en la Secretaria de Cultura de Coahuila, gracias a la denuncia de otras escritoras como Mercedes Luna y su hija. Gaona también fue mencionado con el hashtag #MeTooescritoresMexicanos por un anónimo, que afirma es un hombre abusador.
Ante tantos comentarios en su contra, Esther M. García prefirió ayer por la tarde hacerse a un lado del movimiento, y dejar que el caso siguiera su curso. “Qué curioso que se repita la pareja o expareja de Rangel. Como sea, gracias por decirme de Miguel y pues eso es responsabilidad de él. Lo machista es hacerme a mí responsable por lo que otros hombres hacen. Yo no lo he solapado a diferencia de Herbert con Rangel”, puntualizó la escritora.
Pero la discusión no quedó ahí, la usuaria @aleira365 mostró documentos de una supuesta averiguación previa sobre el caso. “Escogemos la denuncia judicial, es lo correcto. Gracias al #MeTooEscritoresMexicanos @MeTooEscritores tenemos pruebas suficientes para iniciar un proceso judicial contra Julian Herbert y su cómplice Esther M. García corrupta y agresora de mujeres #EscritoresCoahuilenses”. VANGUARDIA consultó al Fiscal General del Estado, Gerardo Márquez Guevara, quien aseguró que al menos en estos dos días (ayer y antier), cuando surgieron las denuncias en redes sociales, no se ha iniciado alguna carpeta de investigación derivada de denuncias públicas sobre violencia sexual.
Carlos Velázquez, escritor torreonense, es otro de los nombres que surgió entre las usuarias, sobre el que se dice es abusador. También Antonio Sonora, escritor de Monclova, a cargo de La Feria del Libro de esta ciudad, contó con algunas con acusaciones sobre acoso y usar su puesto para convencer a aspirantes de acompañarlo a su habitación durante el evento literario.