Camino a Palacio
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Aunque es temprano, el Gobernador Miguel Riquelme debe prepararse para apuntalar la plataforma y catapultar a su sucesor cabildeando por todas las vías, ya que la base que construyan en el centro neurálgico del país para el siguiente gobernador, será empujado por Morena como partido hegemónico al estilo del viejo PRI, y acumular estados adherentes para sustituir al actual Presidente en cinco años más.
Lo anterior se podrá dar siempre y cuando el trabajo que ahora desarrollen en la dirección del país, conduzca a un crecimiento sostenido de manera que pasemos a vivir en un estatus en donde se erradique la pobreza y se abata el desempleo en forma real.
En días pasados VANGUARDIA publicó un reportaje muy puntual de las posiciones que ocupan los cincuenta políticos más poderosos de Coahuila en este 2019.
El primer lugar lo ocupa, claro, el gobernador que ya ha tomado las riendas más firmemente imprimiendo su propio sello a la administración pública, después de un periodo de acomodo de las piezas heredadas y que con tino las ha ido incorporando a su estilo de gobernar.
Un punto a su favor es el que ha sabido congeniar con el sindicato de la iniciativa privada y que los demás agentes fácticos se han convencido de que haciendo sinergia, el Estado avanza y por ende los inversores domésticos y grupos de poder.
Debe recordarse que el grueso de los electores que le dieron el triunfo electoral reside en la capital de Coahuila, que vieron con buenos ojos su incursión en la carrera política por la gubernatura, y que ahora comprueban que no se equivocaron.
Un buen amarre para blindar al Estado de que lo pinten de color moreno está plasmado en el reportaje antes citado, excluyendo a la dupla Guadiana-Reyes, que desde luego será un hueso duro de roer, en primer lugar porque López Obrador ve con simpatía a Guadiana y por extensión a Reyes Flores el súper delegado del Gobierno Federal en Coahuila como un poder paralelo, que no debe ser de esa manera y que sabemos de él solo lo que dicen los medios pero nada extraordinario.
Conocemos, y lo hemos constatado, la influencia que tiene el senador Guadiana con López Obrador, solo que, y lo digo con todo respeto, conducir una gubernatura requiere, además de talento y capacidad política, requiere digo, un dinamismo sostenido que proporciona una edad apropiada y me parece que el senador la sobrepasa, condición que pudiera obstaculizarle el trabajo que se necesita.
El tercer lugar de la lista lo ocupa José María Fraustro, actual Secretario de Gobierno que al perder el control que tenía en la Universidad Autónoma de Coahuila cayó para arriba en la segunda posición más importante en la estructura del Gobierno del Estado- en donde le ha servido más al gobernador conduciendo la política interior con un tacto político y bordando finamente- que podría encajar perfectamente en la Presidencia Municipal de Saltillo dirigiendo el polo de desarrollo más importante del Estado, y con un agregado, su extraordinaria conexión con los dueños del dinero, lo que le daría muchos puntos a su favor para conducir a la capital que cada día crece más acompañada de los problemas que le son inherentes.
¿Y qué hacer con el cuarto lugar de la lista, es decir con Manolo Jiménez que cada vez madura más política y administrativamente como alcalde de Saltillo sabiendo hacer frente a su crecimiento inusitado el cual ya no se detiene? Sencillo se lo digo en quince palabras, termina la alcaldía, sigue con una diputación federal y luego la candidatura a la gubernatura, aunque debemos acogernos a una democracia que tendrá las puertas abiertas a la competencia, consintiendo que ahora los electores son más analíticos y que pueden apoyar a otros tiradores.
Lo digo objetivamente y con todo respeto, pero ahora mismo no se ve una figura con peso político para ese puesto, aunque debemos reconocer que existen políticos con talento y con honestidad en Coahuila como Javier Guerrero, hasta ahora lejos de un sitio de esa envergadura.
Si se llegara a cumplir con los supuestos mencionados, Riquelme, cuyo hilo conductor en el otro extremo desemboca en el PRI, podrá gozar de la tranquilidad de haber trabajado por el Estado y por apoyar a un sucesor del mismo establo.
Sin embargo cuidado, Morena vigila.
Se lo digo EN SERIO.
franciscoaguirreperales@gmail.com /
@aguirreperalesf