El outsourcing como tal no es malo, lo que es malo, como en todo, es el abuso de las figuras jurídicas, dijo la directora de la oficina para México y Cuba de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Gerardina González Marroquín, al asistir como testigo al Pacto Coahuila para lograr continuar con el desarrollo económico y la paz laboral.

Sobre los sindicatos, dijo que en Coahuila se ve una disposición de las organizaciones de los trabajadores para tener una absoluta transparencia y democracia interna.

“La democracia y la libertad sindical, y la libertad de negociación también, conllevan algún principio de diferencias, eso es normal, lo que hay que hacer es dialogar y encontrar soluciones”, dijo respecto a los conflictos en los sindicatos mineros que se viven en México, y también en Coahuila.

De la informalidad laboral, explicó que a México le falta mucho para reducir este indicador, porque tiene números más altos que el promedio de los países de la región.

Señaló que en México, más del 57 por ciento de la población económicamente activa trabaja en condiciones de informalidad, es decir, no cuentan con los beneficios de los derechos sociales.

“Eso hay que cambiarlo, porque la informalidad significa empleos precarios, falta de protección social, salud y todos los demás derechos”, explicó.

De acuerdo con Gerardina Gozález, la OIT plantea que independientemente de quien contrate al trabajador siempre debe imperar la legislación laboral y las garantías sociales y laborales.

“El outsourcing como tal no es malo, lo que es malo, como en todo, es el abuso de las figuras jurídicas. Lo que tiene que haber es una regulación, una inspección para garantizar el cumplimiento de los derechos laborales”, dijo la representante de OIT.

El Outsourcing hace referencia a un método de trabajo en el que una empresa delega ciertas funciones en departamentos externos u otro tipo de negocios.