La cara de Tom Brady lo decía todo. Salió a la conferencia de prensa tras el juego contra Pittsburgh a decir que todo estaba mal el domingo en Heinz Field.

Y es que Nueva Inglaterra pasó de ser un equipo temido a tener el aspecto de un equipo básico y ordinario de la NFL en problemas.

“Todos lo sentimos”, dijo Brady después del revés 17-10 contra su acérrimo rival de acero. “No es una sola cosa, y son muchas cosas colectivamente. Siempre hemos ganado como equipo y perdemos como equipo”.

Nueva Inglaterra (9-5), quien tambalea en la clasificación a Playoffs de la AFC, ha tenido adversidades variadas a lo largo de estas décadas de la dinastía. La última actuación, una semana después de una crisis de último minuto en Miami, estaba muy lejos de lo que es típico para los de Belichick.

Por primera vez desde el 2002, los Patriots sufrieron pérdidas consecutivas.

Belichick, Brady y los Patriots se han ganado cierto beneficio de la duda, dada su presencia en los últimos siete Juegos de Campeonato.

Los Jaguars les ganaron, con Blake Bortles en su peor nivel.

Kansas City logró remontar una desventaja de casi 20 puntos como visitante. Los Titans ganaron sin problemas 34-10 y parece que este equipo, sobre todos de visitante, no es bueno y su marca de 3-5 lo revela. Steelers pudo sacar un dramático triunfo, dejando a Brady cimbrado y con dudas.

El nivel que ha demostrado Brady en los últimos año ha ido decayendo junto con el accionar del equipo.