Miguel Ángel Garza, presidente de Tigres, aseguró que la tendencia en el futbol mexicano va en camino para un día llegar a los hechos de violencia como los que se presentaron previo a la final de ida de la Copa Libertadores entre River Plate y Boca Juniors, sin embargo, considera que aún se está a tiempo para frenarlo.

“Hay de repente cierta tendencia provocada por nosotros mismos como instituciones, como organizaciones. Cosas que vimos ahora en Argentina la verdad es algo muy penoso y creo que hay cierta tendencia de ir allá, sino nos ponemos las pilas los equipos y la liga con nuestras reglamentaciones, pero también es parte del apoyo que podamos tener del gobierno de los estados, de los municipios para tener un control sobre este aspecto”, declaró en entrevista para ESPN am.

El directivo hizo una llamada a los aficionados para no llegar a la violencia, pues les pide que la enemistad que puede haber entre clubes se debe de quedar en el terreno de juego y no salir hacia las tribunas.

“La rivalidad la tenemos que enfrentar todos dentro de la cancha, que sea una rivalidad a muerte, pero dentro de la cancha y al final de cuentas sentirnos orgullosos, en el caso de los regios, cuando tenemos clásico debemos de sentirnos orgullosos que en Nuevo León hay dos equipos competitivos, que pueden luchar por un campeonato, pero no es para salir a las calles y pelearnos, salir a las calles y burlarnos. Tenemos que mostrar una cara como siempre la hemos mostrado entre los directivos, donde hay una relación, hay comunicación, hay una amistad y sí dentro de la cancha claro que quiero ganar todos los juegos no me interesa con quién juegue, pero lo quiero ganar”.

El pasado Clásico Regio fue manchado por actos similares, en el que hubo un enfrentamiento entre aficionados de Monterrey y Tigres, donde un seguidor de los felinos terminó en el hospital, delicado de salud, debido a que fue golpeado por varias personas que portaban playeras de los Rayados.

“Ojalá que no lleguemos a eso, estamos a buen tiempo de ver algo que no es correcto a nivel mundial. Ellos se sentían muy orgullosos que iba a hacer el juego del mundo y la verdad fue la vergüenza del mundo”.