Usted está aquí
Anular el dolor
Año 3000 - 1000 a C. En el antiguo Egipto se convierte en costumbre darle a los niños infusiones de amapola para dormirlos y de esa manera ‘permitir que descansen sus padres’. Desde entonces se le conoce a esa planta con el nombre de ‘adormidera’.
460 - 377 aC. Hipócrates, el médico griego, recomienda una ‘esponja soporífera’, impregnada con una preparación de opio, beleño y mandrágora, para aplicarla a los pacientes que requieren de una cirugía.
50 d C. Dioscórides, médico griego, también llamado Pedanio, utiliza por pirmera vez la palabra ‘anestesia’. Al describir los efectos de la mandrágora utilizó la palabra exactamente como se usa en la actualidad.
Siglo I. Aulus Cornelius Celsus, el ‘Cicerón de la Medicina’, describe cómo debe comportarse un cirujano. “Debe tener mano firme, vista aguda, aspecto tranquilo y no permitir que los gritos del paciente le hagan apresurarse más de lo que requieren las circunstancias.
1530. Paracelso, un genio del Renacimiento, mezcla ácido sulfúrico con alcohol caliente y consigue crear el ‘éter sulfúrico’, que inducía un ‘profundo sueño’. Paracelso no lo sabe, pero ha descubierto lo que luego se convertiría en uno de los anestésicos más exitosos de la Medicina.
Incapaz de comprender la importancia de su hallazgo, Paracelso retrasa en 300 años la aparición de la anestesia moderna.
1595. Sir Walter Raleigh describe los efectos de la raiz de la planta Strychnos toxifera, de donde los indígenas del amazonas extraen el curare, un veneno que duerme a la víctima.
1721. La palabra ‘anaesthesia’ aparece por primera vez en un diccionario inglés.
1794. Joseph Hipólito Unanue descubre en Lima, Perú, las virtudes de la planta de coca para calmar el dolor.
Siglo 19
A principios de este siglo ya existía un ambiente propicio para el desarrollo de la anestesia. Por un lado, la química, la biología y la fisiología ofrecían cada día nuevos hallazgos. Por el otro, los médicos y los cirujanos se habían vuelto más sensibles a los sufrimientos de los pacientes (algunos se suicidaban ante el temor de ser operados).
1800. Humpry Davy produce óxido nitroso (gas de la risa) y sugiere que sus efectos analgésicos podrían ser usados en cirugía. Dice que se liberó de los dolores de una pieza dental enferma aspirando este gas.
1831. Samuel Guthrie (EU), Eugene Souberrain (Francia), y Justus von Liebing (Alemania), sintetizan el cloroformo, que más tarde se convertiría en el anestesiante de mayor uso en América Latina.
1844. El 10 de diciembre, se lleva a cabo una demostración en Connecticut para observar los efectos del gas óxido nitroso (el gas de la risa), utilizando como voluntario al doctor Horace Wells.
El doctor Quincy Colton observa que Wells se golpea y lastima una pierna y no acusa ningún dolor. Al día siguiente, el 11 de diciembre, Horace Wells y G. Q. Colton se citan a las 10 horas en el consultorio del primero en donde usan el óxido nitroso como anestesia para extraerle a Wells una muela sin dolor.
Del 11 de diciembre de 1844 a enero de 1845, es decir en el curso de varias semanas, Wells emplea el óxido nitroso 15 veces como anestésico y obtiene resultados satisfactorios en todos los casos excepto en dos, en los que no logró conseguir un estado de anestesia total.
1846. William T. G. Morton utiliza el dietiléter en una demostración pública para producir anestesia quirúrgica. Fue la primera demostración pública realizada con éter sulfúrico. El paciente fue Gilbert Abbot a quien se le extirpó sin dolor un tumor en el cuello. Para dar fe de este acontecimiento, cerca de la silla de operaciones se encontraban varios colegas de John Collins Warren: Hayward, doctor Gould, Towsend y Henry J. Bigelow. También estuvieron presentes Mason, Hijo de Warren, y los doctores de Salem, Parkmann y Pierson.
1846. El éter sulfúrico se utiliza con éxito en cirugías mayores, en Inglaterra y Francia.
1847. Se populariza en Inglaterra el uso del cloroformo para anestesia quirúrgica.
1847. 29 Marzo. Primera administración de anestesia en México, durante la guerra méxico-americana en Veracruz, por el cirujano militar Edward H. Barton, quien administró éter a un soldado que herido accidentalmente.
.
1847. Septiembre. Los médicos Harney, Porter y Laub llevan a cabo la amputación de la pierna de un soldado, sin que el enfermo “moviera un músculo”.
1847. James Y. Simpson, obstetra de Edimburgo, introduce el éter como anestésico para el parto sin dolor. La Iglesia protesta, alega que el dolor durante el parto es parte de “un mandato celestial”.
1848. Se generaliza el uso del éter como anestesia en toda América Latina.
1853. El doctor inglés John Snow le administra cloroformo a la Reina Victoria, para que dé a luz al príncipe Leopoldo, con lo cual se elimina el estigma de que la mujer debe parir sus hijos con dolor.
1855. El químico alemán Friedrich Gaedecke extrae la cocaína de las hojas de la coca.
1878. El médico mexicano Pablo Martínez del Río presenta a la Academia Nacional de Medicina un trabajo en el que propone el uso de vapores de éter y cloroformo para producir anestesia.
1888. Se populariza el uso de cloroformo como anestesia en los hospitales de América latina.
1893. Se funda la Sociedad Londinense de Anestesistas.
1895. Lotheissen, en Austria, usa extensamente el cloruro de etilo como anestésico general inhalado.
1898. Augusto K. G. Bier introduce la primera anestesia raquídea, inyectando a su asistente y a sí mismo cristales de cocaína. El 16 de agosto, aplicó tres mililitros de cocaína al 0.5% en la columna espinal de un paciente para que se le pudiera amputar un miembro inferior.
1899. Río de Janeiro, un equipo de cuatro ‘narcotizadores’ anestesian con cloroformo a dos siamesas unidas por el tórax y el abdomen, de nombres Rosalina y María, permitiendo al cirujano Alvaro Ramos separarlas con éxito.
1900. En México, el doctor Ramon Pardo Galindez, del estado de Oaxaca, fue el primero en realizar una raquianalgesia en la República Mexicana. Este procedimiento lo hizo en el Hospital de la Caridad.
1902. M. J. Seifert idea la palabra ‘anestesiología’ y la propone como la ciencia para producir insensibilidad al dolor, con hipnosis o sin ella.
1908. Ombredanne diseña un aparato para vaporizar el éter, que fue usado extensamente en Latinoamérica por espacio de medio siglo.
1914. Se publica por primera vez la Revista Americana de Anestesia y Analgesia.
1916. Peck y Meltzer proponen la aplicación de sulfato de magnesio endovenoso para provocar anestesia quirúrgica.
1925. El estudiante de medicina mexicano Miguel García Marín inicia experimentos con alcohol endovenoso como anestésico. Probó con gatos, perros, pollos, pavos y monos. Llegó a determinar las dosis necesarias para sedación, anestesia superficial y profunda.
Se le permitió aplicar su método a un prisionero que estaba en espera de la pena capital en el penal de Lecumberri, donde demostró el efecto analgésico y anestésico del etanol.
En un gesto de gratitud por su colaboración, el juez perdonó la vida al reo. Posteriormente, se le permitió a García Marín probar su técnica en el Hospital Juárez de la ciudad de México.
El Congreso mexicano le pagó un viaje a Londres y París, donde hizo demostraciones. A su regreso en 1931 se le otorgó una medalla en una ceremonia especial. Un año después, la Academia de Cirugía desestimó su técnica, al considerarla “con alto riesgo de producir tromboflebitis”.
1933. Waters utiliza el ciclopropano como anestesia quirúrgica.
1942. John Lundy describe el uso de la procaína por vía intravenosa en la anestesia general y establece la primera sala de recuperación postanestésica.
1946. El anestesiólogo mexicano, Vicente García Olivera, organiza con éxito el primer Congreso Nacional Mexicano de Anestesiología.
Una familia valiosa
Casi todas las sustancias adictivas son de origen vegetal y casi todas ellas son alcaloides. Alcaloide quiere decir o “que tiene carácter alcalino” (es decir, que es amargo, como por ejemplo el café y el tabaco).
El nombre del alcaloide por lo regular se asocia al nombre científico de la planta de la que se obtiene. Por ejemplo, la nicotina y la cocaína se llaman así porque se obtienen de la “Nicotiana tabacum” y de la “Erythroxylum coca”, que son los nombre científicos del tabaco y de la planta de coca, respectivamente.
Los alcaloides han sido muy útiles para la medicina. Tal es el caso de la curarina, un excelente relajante muscular, que se extrae del curare, el tóxico que los indígenas de las selvas amazónicas emplean para envenenar sus flechas y cazar animales mayores.
Los alcaloides poseen cualidades muy potentes (analgésicas, anestésicas, hipnóticas, tranquilizantes, relajantes, calmantes, cardiotónicas, diuréticas, febrífugas, vasodilatadoras, vasoconstrictoras y un largo etcétera). Y estas propieddes se conocen desde los tiempos más remotos. De hecho, se han utilizado ampliamente como remedios caseros y en la actualidad constituyen uno de los grupos de fármacos más útiles de la Medicina.
Los alcaloides también tienen propiedades estimulantes, embriagantes y enervantes, que en el pasado fueron utilizadas por la gente común e incluso por los sacerdotes en los rituales religiosos.
Uno de los primeros alcaloides en ser purificados fue la morfina (un poderoso calmante del dolor), que se extrae de la amapola o adormidera (Papaver somniferum); llamada así (morfina) por Morfeo, el dios del sueño.
Las civilizaciones antiguas siempre emplearon los extractos de plantas (de raíces, cortezas, hojas, flores, frutillas o semillas) de la misma manera que en la actualidad se utilizan los fármacos.
Ahora, cuando uno necesita curarse de algo va la farmacia, pero antes acudía a los montes y praderas cercanos a buscar las plantas sanadoras.
El uso de las plantas con propósitos medicinales no estaba basado en la superstición sino en el conocimiento de que ellas contenían sustancias muy efectivas para curar.
(Selector de Vanguardia)