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Abarrotan saltillenses los cementerios por conmemorar el Día de Muertos
Tan pronto se abrió el principal acceso del Panteón Santo Cristo, comenzó el desfile de miles de visitantes que acudieron en el tradicional Día de Muertos.
Este cementerio ubicado sobre el bulevar Jesús Valdéz Sánchez recibió a más de 30 mil ciudadanos que entre lágrimas y alegría recordaron a sus fieles difuntos.
Para llegar, a pie o en vehículo, representó una odisea. El tráfico era de “locos” y aunque había elementos de tránsito no se dieron abasto para controlar a los impacientes automovilistas.
Esta situación se vivió en todos los cementerios de la ciudad, donde los cientos de vendedores ambulantes ocuparon las vialidades obstaculizando el paso de los vehículos.
El olor a cemasúchil, mano de león, clavel y rosas invadió la entrada de los camposantos, se mezclaba con el aroma de aceite donde vendedores preparaban gorditas, enchiladas o dizcada, que eran ofrecidos en locales improvisados.
En cada cementerio fue instalado un módulo de la Profeco, para vigilar que los vivos no hicieran negocio con los muertos; pasado el mediodía no había ninguna queja en el panteón Santo Cristo.
En la capilla del cementeriose ofició la misa al filo del medio día, donde se ofrecen las intenciones por todos los fieles difuntos.
En las criptas se observaron grandes y coloridos arreglos florales, en otras simples rosas, todos estos artículos muestra del cariño que se tiene a los ya fallecidos.
Los músicos del fara-fara no podían faltar en la celebración, aunque ahora también acudieron bandas estilo sinaloense que con sus interpretaciones alegraron el día de los presentes.
“Recibimos decenas de miles de personas en este día. Desde las 06:00 horas y hasta después de la caer la tarde se vio una gran multitud que año con año acude a visitar a sus fieles difuntos”, comentó Sergio Lozano, trabajador del cementerio.
Los vendedores son parte ya de la celebración, desde el bulevar Jesús Valdés Sánchez hasta el arco del acceso principal del camposanto se observaron los comerciantes con todo tipo de productos: flores, arreglos y alimentos, todos ellos se instalaron desde previos días al festejo de los finados; también hubo personal del Municipio, la Profeco y decenas de policías resguardando las instalaciones.
La misma escena se pudo observar en los cementerios Santiago y San Esteban, a donde acudieron más de 70 mil personas.
En el panteón La Paz la la situación fue diferente; ahí el polvo y abandono de las tumbas fue lo que se observó la mayor parte del día.
Aquí decenas de tumbas solo son un montón de tierra y se advierte que están ahí porque hay una cruz en la cabecera.
El panorama que se observa incrementa la tristeza de los pocos visitantes.