Las buenas personas
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Las buenas personas
En medio del debate político sobre el NAIM y en el marco de una consulta que no quisiera fuera una simulación, pues me di cuenta de su problemática el día que inició. Me encontraba en la Ciudad de México observando paralelamente cómo se desarrolló una manifestación en la explanada del Monumento a la Revolución contra esta megaconstrucción; me alegra pensar que en México existen buenas personas.
Buenas personas como el Dr. Edgardo Cervantes que, como catedrático por más de 30 años en la Unidad Laguna de la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), ha puesto su alma en la construcción no de un aeropuerto, pero sí de ciudadanos.
El viernes pasado estuve en Torreón, Coahuila, en la ceremonia de inauguración del Encuentro Internacional de la Planta Medicinal, Terapias Alternativas y Diversidad Cultural. Me llevó Juan Carlos Guereca, colega de la fundación Mundo Sustentable, acompañándonos la gran ambientalista Magda Briones.
Llegamos a casi una hora de que iniciara el evento y qué bueno que fue así, porque pudimos recorrer la exposición de medicamentos sin patente y con origen indígena que allí se ofrecían, además de ropa confeccionada por pueblos originarios.
Lo importante fue que los alumnos de esta universidad, en la que se ofrecen carreras de medicina veterinaria y de ingeniería agrícola, disfrutaban la presencia multicultural de quienes ofertaban los productos y servicios, porque también había médicos tradicionales brindando terapias y mestizos ofreciendo masajes. Estos alumnos también son multiculturales porque provienen de diferentes grupos étnicos del País.
La ceremonia de inauguración fue en el auditorio de la biblioteca y no fue nada puntual, pero la espera valió la pena porque me di cuenta del trabajo colectivo que existe ahí. Edgardo Cervantes, organizador principal del evento, fungió como conductor. Confesó de su nerviosismo pero no pudo haber mejor maestro de ceremonia, pues fue citando a las personas presentes.
Entre la concurrencia había médicos tradicionales, curanderas y parteras de muchos lugares de México y de las Islas Canarias, Perú, Cuba, y los Estados Unidos, entre otros países.
Fueron dos médicos tradicionales huicholes los que iniciaron formalmente con la bendición, de hecho como estaba a la izquierda de ellos fui el primero que recibió tal bendición en medio de seis sahumadores que se encontraban estratégicamente localizados en el auditorio.
La sensación de todos los presentes fue de una emoción pocas veces compartida entre tantas personas. Para culminar la ceremonia, Edgardo Cervantes invitó a una joven estudiante oaxaqueña del pueblo para entonar el Himno Nacional en lengua mixteca. Mientras ella interpretaba el himno, los presentes estuvimos de pie y al concluir su canto aplaudimos intensamente porque sabíamos que algo trascendente estaba ocurriendo.
Uno de los mensajes que Edgardo Cervantes compartió fue que las personas que estaban en la audiencia se dedicaban a hacer el bien porque contribuían a la buena salud de los mexicanos. Sí, en nuestro País, existen buenas personas que nos inspiran en medio de la oscuridad de la que debemos salir, en esta misma frecuencia, el sábado 3 de noviembre en Bustamante, Nuevo León, dará inicio el Foro Festival de la Tierra y el Cosmos con apoyo de la UAAAN y de la UAdeC, bajo el lema “Dancemos en círculo desde nuestro corazón y cantemos al Cosmos, origen de la Tierra”, en el que se dialogará sobre la paz en el contexto del fortalecimiento del patrimonio integral de los pueblos.