La derrama económica de las actividades turísticas en México casi representa la misma proporción que la que resulta de la producción de hidrocarburos, en el Producto Interno Bruto. Pueblos Mágicos es actualmente una marca que algunos países latinoamericanos quieren replicar y ha sido uno de los ejes torales para la consolidación del turismo en el país.

Este programa surge en 2001 inspirado en la Agenda 21 Local, documento internacional que se concibió con el propósito de propiciar horizontalidad a las decisiones de una comunidad para su futuro. Pueblos Mágicos es: “un programa de desarrollo turístico integral para localidades que requieren una orientación para hacer del turismo una actividad de contribución real para elevar los niveles de bienestar.”

Bustamante, Nuevo León, ha sido un ejemplo en los últimos años de un destino que ha visto en aumento sus flujos turísticos gracias al reforzamiento de sus atractivos naturales y culturales con una clara participación de su comunidad. Se ha revalorado su patrimonio integral, que es heredad de una naturaleza que permite una belleza escénica, además de una multiculturalidad por sus raíces tlaxcaltecas, alazapas y criollas.

El resultado es que el turismo anual en este pueblo multiplica casi por 100 veces el número de sus habitantes, situación que hay que saber manejar con estándares de sustentabilidad. Bustamante cuenta con una comunidad unida profundamente, orgullosa de sus raíces y de su identidad. Tiene también gastronomía, panadería y dulcería propias. A los bustamantenses les agrada recibir y atender a turistas.

Puedo asegurar que gracias a la confluencia de académicos nacionales y extranjeros, Bustamante articulada por la fundación Mundo Sustentable A.C. representa un modelo de gestión que puede replicarse en otros pueblos. La visión holística del tema turístico que impulsa el Foro Latinoamericano de Ciencias Ambientales ha sido muy útil en esto.

Y ahora que Bustamante ha sido reconocido con el distintivo de Pueblo Mágico, apoyará no solo a este lugar donde la magia sí existe, sino también a los pueblos vecinos. El turismo sustentable ofrece una plataforma iluminadora que efectivamente permite una mejor calidad de vida para las comunidades receptoras y esto puede ser posible porque se redistribuye el ingreso.

Recientemente mi amiga, la senadora Indira Kempis, me presentó al michoacano senador Antonio García Conejo, quien preside la Comisión de Turismo en la Cámara Alta. La conversación fue de lo más productiva y constaté que hay un gran interés por parte de estos legisladores de generar iniciativas y aprobar techos financieros para desarrollar el turismo sustentable en comunidades emergentes, tanto rurales como indígenas.

El senador García Conejo milita en el PRD y se sorprendió cuando le dije que la primera alcaldesa municipal representando a la izquierda en México fue la profesora Lucy Herrera, en 1989 en Bustamante.

Hay mucho por hacer en materia de turismo sustentable en pueblos mexicanos, pero el camino se hace para andar y al andar se hace el camino como lo expresó el poeta Antonio Machado en un texto que luego se musicalizó e interpretó Joan Manuel Serrat.

La vida es música y la música nos permite llegar a estados de contemplación y reflexión hacia la construcción de la inteligencia colectiva muy necesaria en estos tiempos de soledad.

Agradezco a todas las personas e instituciones del país y del extranjero que apoyaron desde el 2013 a Bustamante para que obtuviera la denominación que se anunció la noche del 11 de octubre de este año en la entrañable ciudad de Morelia, Michoacán, Me alegra que Múzquiz, Coahuila, cuna de doña Panchita de Hoyos de Santos, viuda del bustamantense don Alberto Santos González, también cuente ahora con el distintivo de Pueblo Mágico.