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Viví el 68, de milagro no nos mataron: Bellinger
Entre las lágrimas por no contener el sentimiento que le ocasionó el recordar el 2 de octubre del año 1968, uno de los sobrevivientes de la Matanza de Tlatelolco narró el terrible suceso que perjudico a cientos de estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México.
El doctor Adolfo Orive Bellinger, estuvo presente en la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad Autónoma de Coahuila, donde al lado del rector, reprobó por enésima vez, las acciones en aquel entonces, que ejerció el gobierno federal contra estudiantes universitarios.
“Viví el 68 y viví Tlatelolco con la que era mi esposa y mis dos hermanas y de milagro no nos mataron, llevo cincuenta y cinco años, la verdad 60 luchando por que México sea diferente”.
Al ser presidente de la Sociedad de Alumnos de las preparatorias de la UNAM e iniciaron los movimientos sociales para cambiar el país comenzando por la democratización de los sindicatos.
“Me tocó la rebelión de los trabajadores de Oaxaca, ferrocarrileros encabezados por Demetrio Vallejo para democratizar el sindicato Ferrocarrilero y en aquel entonces a los dirigentes les decíamos dirigentes charros, uno de que no comenzó a ser dirigente sindicalista si no a rendirse ante el gobierno le decían charro y como presidente de la Sociedad de alumnos era un escuincle de 18 años, tuve la oportunidad de ingresar a una reunión como esta de estudiantes de Facultad de Ingeniería que era la más reaccionaria de la UNAM, tuve la oportunidad de convencer a los estudiantes a que saliéramos a participar junto con los maestros y ferrocarrileros a luchar por un México diferente”.
Explicó que en el 68, los estudiantes y docentes que participaban en el movimiento estaban organizados en brigadas para recorrer las calles de la Ciudad de México explicando a la sociedad en qué consistía el movimiento, por qué luchaban, así como los problemas que aquejaban a la sociedad. El movimiento estudiantil estaba transmitiendo la democracia que no existía en la República Mexicana en 1968, manifestó.
Al llegar a ser profesor de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM, aseguró daba muchas clases, a sus 27 años de edad. Y al mes y diez días de que arriba a la universidad, estalla el movimiento con un pretexto: “Una vocacional y una preparatoria que se pelean y los preparatorianos se refugian en Ildefonso, en la preparatoria 1 y 3 de la UNAM y el presidente de la República Gustavo Díaz Ordaz ordena que el ejército bombardee con una bazuca la puerta principal que tenía más de 200 años de existir, para que ingresara el ejército y capturara a los estudiantes que se habían refugiado ahí”.
Al lamentar los sucesos que son ya una huella que ha marcado la historia de México invito a los jóvenes a que tomen la estafeta, a que se dediquen a ser no nada más buenos estudiantes y buenos profesionistas si no que piensen en Coahuila y en México.