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Candidateables para la elección de 2021 en Sinaloa
Sinaloa.- En política, la imagen es una potente herramienta para acceder al poder. Como tal, el juego del político es que pueda verse en un sentido cercano a los que quiere pertenecer y, por otro lado, que la gente lo pueda identificar como alguien honorable, recto, con autoridad y con toda la legalidad de llevar un estado en buen orden y sin corrupción, así lo indicó Lucy Lara, experta en imagen y directora editorial en revistas como Elle, Infashion, Marie Claire y Glamour México y Latinoamérica.
Sin tintes políticos, la experta realizó un análisis a los personajes y los funcionarios de Sinaloa que no han descartado su interés de buscar la gubernatura del estado en 2021. Se trata de los senadores Imelda Castro y Rubén Rocha Moya, por Morena; así como Héctor Melesio Cuen Ojeda, creador del Partido Sinaloense.
Lenguaje no verbal
Paralelamente, Rossy Garbbez, consultora en imagen en México y en diferentes países de Latinoamérica, destacó que la imagen no está relacionada exclusivamente al tema estético, sino que esta se sustenta en tres pilares importantes: la apariencia, la comunicación y el comportamiento.
También se analizó la imagen de Mario Zamora, senador por el PRI, Partido Verde Ecologista y Nueva Alianza, y Gerardo Vargas Landeros, exsecretario de Gobierno.
Lucy Lara destacó que un político auténtico es una persona que cuida su imagen porque la imagen habla por sí sola, y necesita ser coherente entre lo que dice con la ropa y su arreglo personal y con lo que quiere decir verbalmente o como una cuestión de filosofía política: «Sin duda, uno necesita estar al tanto de que la moda es un lenguaje, y expresarse bien en ese lenguaje es tan importante como expresarse en público cuando uno habla. También existe un lenguaje no verbal que va de la mano con la ropa, que colabora a hablar de uno mientras uno calla», explicó.
Considerando así tan importante conocer el poder de la imagen como a las estrategias de hablar en público o escribir un buen documento.
La también escritora con su reciente libro, Imagen, actitud y poder, detalló que el traje sastre tiene una gran virtud, ya que, al ser de una forma estructurada, como si tuvieran una pequeña armadura, más al tacto que a la vista, refleja autoridad y favorece en el caso del sobrepeso. Quien lo porta, puede lucir poderoso y autoritario, dijo.
En un panorama donde los hombres siguen siendo mayoría en los puestos de poder, la especialista mencionó que, en los años 80, las mujeres heredaron este atuendo y trataron de emular el poder masculino a través de vestirse con traje, y se usaba traje de pantalón y saco, a veces hasta la corbata y las hombreras. Sin embargo, indicó que eso ha llegado a cambiar de una manera radical, y ahora una mujer se puede poner un vestido y seguirse viendo poderosa, «pero no estamos hablando de un vestido bohemio, estampado, suave o tejido, no, tendría que ser un vestido con cierta estructura, igualito como sería con un traje, que sea algo que tenga entretela y que la tela se vea firme, y un saco ayuda mucho más que un suéter, porque todo lo que tú sientes y lees suave, se lee suave en cuestión de lenguaje de la moda», aseveró.
En Sinaloa restan tres años para las elecciones gubernamentales, y Lucy Lara aseguró que, durante ese periodo, se puede construir la imagen de un ganador: «El punto es que hemos visto personas que han cambiado sus hábitos e incluso su tono de voz con tal de tener una credibilidad política», afirmó.
Perfil político
La experta Rossy Garbbez indicó que muchas personas creen erróneamente que la imagen es de efecto superficial; pero indicó está lejos de ser así.
En entrevista telefónica para EL DEBATE expresó que es sumamente importante en el tema de la construcción de un perfil, de cómo se van integrando todos los elementos para poder transmitir una idea sobre los candidatos o sobre los políticos: «Se van generando primero los rasgos que desean comunicar, y entonces, a través de las líneas, de las formas, las texturas que usan, incluso hasta el estampado, pueden jugar a favor o en contra del político», dijo.
Aunque abundó que no existe una imagen ideal del político o del candidato ganador, ya que puede variar, de acuerdo con los contextos. Lo que sí se suele recomendar es lo que recientemente utilizó el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador: vestirse de acuerdo con el público con el que iba a hablar. «Eso es muy positivo, porque entonces empiezan a hacer empatía con la gente a la que va, sin dejar de ser ellos mismos», aseguró la experta.
Look auténtico
Con más de 25 años de experiencia impartiendo temas especializados sobre imagen, comportamiento y comunicación, Rossy Garbbez comentó que la sociedad en general se encuentra en una etapa en la que puede identificar cuando una imagen es exclusivamente construida para ganar y es auténtica, y actualmente se está en búsqueda de lo auténtico, lo natural, lo que la gente es en realidad: «No hay un imagen ideal. Realmente tienen que ser auténticos los políticos en la medida de lo posible y utilizar la imagen como una estrategia que le refuerce el mensaje que realmente son», sostuvo.
Indicó que el 93 por ciento es comunicación no verbal, y solo el siete por ciento se limita a lo que escucha la persona, entonces se tienen más posibilidades de impactar a través del color porque «los seres humanos son altamente estimulantes al respecto».
Sobre las tonalidades, precisó que, si una persona usa un alto contraste, como utilizan la mayoría de los políticos, blanco con oscuro, blanco con negro, blanco con marino, y la corbata roja, es una de las personas a las que se va a considerar como la más importante, «pero entre más relajada sea mi vestimenta, por más que yo me esfuerce, por más que yo trate de comunicar que yo tengo el liderazgo suficiente, porque la frase de “para ser hay que parecer”, definitivamente es algo de día a día, yo necesito creer lo que veo con lo que escucho», finalizó.