'Locamente Millonarios', el éxito inesperado de la temporada
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'Locamente Millonarios', el éxito inesperado de la temporada
En la columna de la semana pasada hicimos la recomendación de la película de aventuras “Alfa”, de Albert Hughes, comentando que había sido una de las sorpresas más gratas del verano cinematográfico del 2018.
Lo que no dijimos es que si no resultó lo atractivamente taquillera para Estados Unidos el fin de semana en que se estrenó fue porque se enfrentó directamente con la competencia monumental e inesperada que en esta temporada ya también es costumbre representan los “sleeper hits” o “éxitos inesperados” de los que pocos o casi nadie en la industria del cine de Hollywood espera gran cosa (incluso los consideran riesgos en potencia) y de la nada superan inclusive a marcas reconocidas de superhéroes exitosos o actores o actrices taquilleros.
Eso es justo lo que ocurrió con “Locamente Millonarios” (“Crazy Rich Asians”) distribuida por los estudios Warner Bros. la cual desbancó del primer lugar de taquilla a otro éxito del mismo estudio el pasado mes de agosto, “Megalodón”, de Jon Turteltaub, pero a diferencia de aquella no tenía como protagonista a un astro taquillero de la acción como Jason Statham (“Rápidos y furiosos”) y todavía peor en el contexto de la era Trump: un elenco y un equipo de producción conformado únicamente por actores y personal de origen o ascendencia asiáticos, un hecho que no por nada no se repetía desde 1993 cuando el director chino Wayne Wang “El club de la buena estrella”.
“Locamente Millonarios”, que mañana se estrena a nivel nacional incluyendo los cines de Saltillo, demostró, una vez más, lo que decía el maestro curiosamente japonés Akira Kurosawa, que una película con un buen guión llevaba las de ganar porque podía ser desde una película mediocre en manos de un mal director pero una obra maestra en las manos de un genio ya que una mala historia, de entrada, lo único que garantiza es una mala película.
Escribo esto porque “Locamente Millonarios”, el único mérito que tuvo para los productores que ahora por el éito de casi 150 millones de dólares y en ascenso tan sólo en la taquilla de los Estados Unidos no dudan en completar la trilogía de libros best seller que eran y que traduciéndose al cine, manejando una fórmula reconocida de “La Cenicienta” con éxitos comprobados como “La Boda de mi Mejor Amigo” (P.J. Hogan, 1997) nos cuenta en resumidas cuentas la historia de una joven neoyorkina de nombre Rachel Chu (Constance Wu) quien es invitada por su novio Nick Young (Henry Golding) para asistir a la boda de su mejor amigo a Singapur de donde es originario pero que desde que suben al avión descubre que pertenece a una de las familias más ricas del país.
Lo que sigue a esto es principalmente la oposición de la matriarca de la familia de Nick, su madre Eleanor (la primera actriz Michelle Yeoh) porque una “plebeya” como Rachel forme parte de su familia como se lo propone su hijo, en un cuento de hadas dirigido por John Cho (“Los ilusionistas 2”) que cumple totalmente con las expectativas de los amantes de este género en particular y se vale del complemento efectivo en el talento en el ámbito de la comedia de caras ya conocidas como las de Ken Jeong (“¿Qué paso ayer?”) o Awkafina (“Las Estafadoras”).
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