El "cuento de hadas" para Cruz Azul llegó a su fin.

Los Hidrorrayos del Necaxa "electrocutaron" a unos Cementeros que no pudieron mantener la gran racha que acumulaban hasta la Jornada 9 y terminaron cayendo 2-0 ante un cuadro de Aguascalientes que va de menos a más.

Michel Leaño planteó a un equipo ofensivo que demostró que La Máquina no era el temido rival que se había mostrado en los últimos encuentros.

Pasaron 18 minutos para el primer gol del cuadro de casa.

Matías Fernández anotó el 1-0 en un tiro libre, la especialidad del chileno, que fue el impulso ánimmico que necesitaban los Rojiblancos para cargar energías e irse para adelante.

Cruz Azul buscó de buenas a primeras revertir la situación y en el segundo tiempo trato de llegar a la meta de un Hugo González que no permitió goles por parte del rival.

Y, recordando aquellos tiempos de "cruzazuleadas" por parte de los capitalinos, el "crack" de Necaxa liquidó el juego para su equipo.

Víctor Dávila anotó de penal engañando por completo a José de Jesús Corona y hacer el 2-0 final, marcador que recarga las pilas a los Rayos y que termina una racha de juegos de ensueño para La Máquina.