Saltillo, Coahuila.- ¿Qué falta es más grave: decir como directora de Artes que el nivel académico del plantel es una mierda o tener una denuncia penal por acoso sexual siendo director de la Narváez? Los casos de Ana Isabel Pérez Gavilán y Martín Alday Hernández, directivos de la Universidad Autónoma de Coahuila (UAdeC) abren el debate. 

En el mes de enero del año en curso, una maestra del bachillerato Mariano Narváez -turno matutino- presentó una queja en la Comisión de Derechos Humanos Universitarios al ser víctima de acoso sexual de parte del director del plantel.

El proceso se frenó en este órgano defensor de la máxima casa de estudios debido a que la denuncia fue formalizada por la docente ante la Fiscalía General del Estado, quienes enfrentar ya un juicio para determinar si es culpable o no del caso.

La semana anterior, luego de que un audio de una conversación entre la directora de la Escuela de Artes Plásticas y un colaborador fue filtrado en redes sociales causó revuelo en la institución; en él la doctora Ana Isabel Pérez Gavilán reconoce que existen problemas académicos y remata al denominar a la escuela como “una mierda”.

En medio de lo que se considera una campaña de desprestigio en contra de la directora, con la finalidad de destituirla, aun no se determina por las autoridades si se inicia un proceso interno o no en contra de quien exhibió a la maestra.

Sobre el caso del director, el rector dijo que hasta que no se le comprobara judicialmente el delito continuaría al frente del turno matutino del bachillerato; mientras que el futuro de la directora de Artes, según trascendió esta semana, ya se estaría analizando por las autoridades universitarias.

Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿qué es más grave?